"Tu destino será resuelto con el tiempo."
Esas palabras fueron susurradas al oído de un joven de rizos dorados.
Con su inocencia cuidada como la flor más delicada y tan solo doce años, fue aproximado a dos columnas de mármol blanco junto a su hermana. El resto de su adolescencia en el mágico lugar sería una de las historias más interpretadas del Olimpo.
El Instituto de semidioses y dioses recibía a sus estudiantes desde los cinco años. Sus tres edificios —hechos de mármol tallado e interconectados con puentes en arco— albergaban a más de cincuenta hombres y mujeres. Entre sus sauces llorones solían correr los jóvenes, jugando con sus hojas y contando anécdotas sobre sus clases con las ninfas.
En sus tierras puras se celebraban los festivales de presentación cada tanto. Los descendientes de los olímpicos usaban sus mejores túnicas blancas y todo tipo de accesorios de oro, cantando y bailando a lo largo del día cuando alguno manifestaba su primera habilidad. El ambiente se cargaba de felicidad y el cielo sobre ellos se teñía con linternas en forma de flores otorgadas por Apolo.
Entre semidioses, la edad normal para lograrlo era a los catorce años. Cada uno de los descendientes lograba controlarlas, completando la primera fase de su transformación. No obstante, entre los hijos de Afrodita dominar el amoquinesis era esencial.
Se trataba de una habilidad que les permitía tener el control absoluto y la autoridad divina sobre el amor y el deseo experimentado por los seres vivos. Despertaban el romance y la pasión en los demás, conduciendolos a un éxtasis, perdidos en el abismo de sus miradas y palabras.
Las descendientes de Afrodita y la diosa misma disfrutaban de este poder con la fuerza de mil hombres. Los caracterizaba.
Pero Taehyung no lo hacía. El único hombre nacido de la diosa del amor, menor de cinco mujeres, no encontraba placer poseyendo un don divino heredado que veía tan dañino. La culpa consumía su mente y liquidaba su alma al pensar en las ilusiones vacías que replicaban. Él no podía regocijarse sobre un corazón quebrado. No podía ver a alguien más rogando por su amor, sumiso de su valor.
El despertar el amoquinesis era algo que debían de hacer. Aún siendo infantes, esta habilidad jugaba con ellos, tenue y silenciosa.
Sin embargo, Taehyung nunca la experimentó.
El delicado chico rubio guardó por tres años sus inseguridades. Aunque las ninfas intentaban lograr que despierte el amoquinesis, no conseguían avanzar. Él no podía decirle al mundo que no controlaba algo tan importante como descendiente de Afrodita.
Y a sus catorce años, un festival de presentación fue hecho en su nombre. Las ninfas y sus hermanas escondieron la naturaleza de su primera habilidad. Los estudiantes festejaban pensando que el rubio controlaba el hechizo del amor, sin conocer que en su lugar, Taehyung había despertado la cloroquinesis.
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Son of Hades ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ
Fanfiction❝Y si a Taehyung no le gusta el infierno, ¿por qué juega con el hijo de Hades?❞ En proceso de reescritura. Gráficos hechos por la talentosa sxnrics, miles de gracias.