04|En fin, pubertad.

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¿Que esperan del hijo de Tom?, salió igual al papá, consiguió el numero de Cleo en 1 minuto y ademas la besó... Le contó a su papá y el en vez de regañarlo, celebró con el.

Ya casi serian las una de la mañana, el cumpleaños se habia convertido en fiesta, ya le habian cantado feliz cumpleaños a Hans y ya habian abierto los regalos, asi que ya no quedaba nada mas por hacer... Excepto una cosa... Pijamada, aunque no quisieron hacerla enseguida porque estaban todos muy entretenidos bailando, menos el amigo de Hans, que estaba sentado en el sofa, observando como su mejor amigo bailaba con Amy.

Amy abrazó a Hans, ya un poco cansada, el la tomó, pero subiendola a su espalda. La llevó al living, pero antes, le dijo a su amigo que los siguiera, el cual enseguida les hizo caso.

Hans sentó a Amy en el sofá, sentandose al lado de ella y agarrando los controles de su consola, le dió uno a su mejor amigo y la prendió. Amy se apoyó en el hombro de Hans y lo abrazó.

(...)

En el patio seguian bailando, la mayoria estaban ebrios, menos Gustav, hasta Erika estaba ebria... Y el alcohol hizo que ella bailara de una forma... Provocadora para Gustav.

Se puso de espalda contra el, moviendo sus caderas lentamente de lado a lado. Gustav no hizo nada, no sabia donde poner sus manos ni que hacer

Gustav abrazó a Erika, tratando de pararla.

—Eri... Hay niños, pueden vernos, calmate por favor...

—Solo bailamos libremente... No le veo lo malo.– ella continuaba moviendo sus caderas contra Gustav, mientras el cerraba sus ojos, nervioso pero no disgustado.

Gustav del nerviosismo se aleja, mientras que Erika lo seguía. Ella se puso frente a el, abrazandolo por su cuello, Gustav correspondió enseguida, pero en eso la tomó en sus brazos, llevandola rapidamente a la habitacion en donde se habian quedado.

Erika mientras se dirigian a la habitacion hablaba basicamente idioteces, mientras besaba las mejillas de su esposo.

—Si un vampiro chupa sangre, ¿Por qué no mejor chupa semen? Hay mas de mil vidas en esa sustancia...– Habló, riendo.

—Erika... Silencio...–El comenzó a abrir la puerta de la habitacion, aun con Erika en sus brazos.

La recostó en la cama, cerró la puerta y sacó el pijama de Erika. El comenzó a ayudarla a cambiarse de ropa, mientras ella seguía riendose de cualquier cosa.

Al terminar, ella se quedó acostada y Gustav se iba a ir, pero la voz de su amada lo detiene.

—No te vayas... Quedate conmigo...— Gustav vuelve a cerrar la puerta y se recuesta a su lado, ella apoya su cabeza en el pecho de Gustav, abrazandolo.– No me dejes sola, por favor...

El la abrazó y besó su frente acariciando su espalda.

—No te dejaré, tranquila.

Ella cerró sus ojos, mientras Gustav depositaba un dulce beso en su frente y acariciaba su pelo.

Cuando ella se quedó comoletamente dormida, el fue a ver a su pequeña Mia, que de seguro ya le habia dado sueño.

(...)

La fiesta iba bien, Bill y Georg ponian las canciones, pero obviamente, canciones sanas.

En un momento de la fiesta, Bill y Georg se descuidaron del parlante, asi que llegó el momento de Tom.

Con tan solo el inicio se sabe que cancion era.

—¿DO YOU WANNA FUCK?– Cantó entre gritos Tom.

—¡YES I WANNA DO!– Siguió su esposa.

¿Por Mi? • Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora