Tener una vida de casados con Tom Kaulitz, hijos, sobrinos, amigos... igual tiene sus complicaciones, no todo es perfecto, mas si debes ayudar a tus hijos a resolver sus problemas o hacer de todo para que todos esten bien. Quizas Tom y Holly tienen...
Durante unos cuantos dias, por las mañanas, Amy iba al psicólogo, para luego al volver, explorar y turistear con su familia.
Amy en la isla logró distraerse, haciendo diversas cosas. Se le veía un poco mas alegre.
De pronto, tuvo una llamada de Hans.– ¿Aloh?...
—Hola hermosa, preciosa, bella noviecita mia– Habló Hans a través de la llamada.
—¿Que pasó? ¿que me pedirás ahora?...
—Nada, solo te llamo para recordarte que te amo mucho, y que te extraño demasiado.
—Yo igual te extraño... Hey, no te pregunté, ¿Que hiciste en la fiesta?– Preguntó Amy, con una sonrisa.
—Si te lo digo... No te enojas, ¿Verdad?...
—No me enojaré, lo prometo.– Dijo Amy, algo nerviosa por lo que diría Hans.
—Es que... Me hice amigo de una rubia, tomé alcohol y probé una pastilla... Rosada y despues una azul... y se me paró.– Habló Hans.
—¡Hans!... Te dije que no tomaras, te puede hacer mal, y esas pastillas capaz y eran drogas, ademas, ¿en que quedamos sobre los escopetazos y derechazos?– Amy se escuchaba realmente molesta.
—¡Dijiste que no te enojarias! Ademas que no podia golpearla, estabamos rodeados de gente, estaba borracho y ademas, no se le veía con segundas intenciones.– Hans comenzaba a deprimirse.
—¡Entonces vete con tu rubia, yo me iré con Harry porque estoy borracha y el no tiene segundas intenciones!– Gritó Amy al teléfono, cortando y dejandolo con la palabra en la boca.
—Amy... Tranquila, respira...– Dijo su psicológa al ver que Amy comenzaba a temblar y a llorar.
—¿Que pasa si el se va con esa rubia?– Habló con dificultad por el llanto.– Quizas es mas bonita y no es celosa...
—Quizas debas aprender a controlar tus celos, pero ten por seguro que el no se irá con ella... Y si llega hacerlo, no es porque ella sea mas bonita, sino porque algo pasa, quizas necesitan mas comunicación o confianza.– Habló la psicóloga.
De pronto, a Amy le llegó un mensaje, lo abrió y comenzó a llorar más.
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—¡Es mucho mas linda que yo! Tiene ojos verdes, pelo rubio, ¡es flaca!...– Gritó llorando.
—¿Lo ves? Te estas autosaboteando tu misma, tu eres lo que crees que eres.
—¡Y yo creo que soy una gorda!– Gritó Amy con frustración.
La psicóloga se paro y fue a buscar una pesa, la puso frente a Amy, la cual se paró sobre esta, viendo su peso.
—48kg, ¡Esta bien!... Está perfecto, estas mas delgada que hace una semana.– Dijo la psicóloga.– Esta bien que no quieras engordar... Pero la idea es mantener tu peso actual, no seguir bajando, ¿Sabes las enfermedades que puede traer eso?...
