A fake wife.. (Tom Kaulitz +18..)

He flirted inexplicable.

Ahí estaba ella, estaba hablando muy cómodamente con Gustav, pero después el se fue, dejando sola a la pobre de Jayla. Sus pupilas estaban dilatas, solo un poco, así que puedo suponer que está ebria. Un momento después ella buscaba a alguien con la mirada, segundos después se topó con la mía.

Me sonrió, balbuceó algo poco entendible, y después de acerco. Quizá por su estado de ebriedad no me reconoció, ya que estoy seguro que si me hubiera reconocido ya se habría ido.

–Hola..– si, estaba ebria, su olor a lo que sea que estuviera bebiendo inundó mis fosas nasales de inmediato. Se recargo en la misma pared que yo, buscando más contacto conmigo, se fue acercando cada vez más.

Hasta que su piel desnuda rozaba con la mía. Estaba acorralado, su mano su movía rozando mi pierna, el calor no tardó en llegar a mi, me sentía asfixiado, y tenía calor.

–Hola, ¿Por qué no estas con Bill?– creo que estás palabras son las únicas palabras bien que le he dicho durante los once años que he pasado con ella.

–¿Conoces a Bill..?– Dios, estaba tan ebria, hablaba más sueve de lo normal, un muy despacio, sonando como una niña asustadiza.

–Todos aquí lo conocemos, linda..– quería hacerme pasar por otra persona, engañando la y hablándole lindo, haber que tan lejos podía llegar su coqueteo infantil.

–Oh, bueno.. el debe estar con alguna chica bonita o con sus amigos..– dijo mientras levantaba su cabeza y me miraba, ella a mi lado parecía una niña de doce años. Es que bueno, sus 1,64 centímetros no ayudan, y que yo sea alto por genética no es mi problema.

Yo mido 1,85, si, mucha diferencia.

–Bien, ¿Y que haces aquí?– pregunte, no sabía qué decirle realmente. Soy bueno en temas de conversación, pero con ella no.

–¿Te refieres aqui en la fiesta o aquí contigo?..– dijo mientras soltaba una risita boba, como si fuera una niña de secundaria hablando con el chico que le gusta.

–Aqui. Conmigo.– dije natural, tampoco quería que se diera cuenta que soy yo, solo quiero ver si sabe coquetear y que tan buena es haciéndolo.

Por un momento pensé que se había ido, pero no, solo se puso frente a mi. Su cuerpo caliente rozaba con el mío. Tenía que bajar la cabeza para verla y eso lo hacía más caliente, ella no levantaba la cabeza, solo miraba para arriba, se miraba tan sexy, tan caliente, parecía que iba a chupar mi polla en cualquier momento.

Creo que después de todo ella no es tan insoportable, solo cuando está ebria. ¿Me preguntó que pensará de mi cuando esta sobria..?

–Me pareces atractivo, mucho.. de hecho.– dijo en un murmullo, mientras se acercaba más al punto de que nuestras pelvis se chocarán, estoy seguro que si sigue haciendo eso tendré una erección aquí mismo.

–Mhm..– Dios, creo que jamás me había puesto tan duro por un jadeo, creo que encontró su punto, aparte que se estada frotando discretamente contra mi enorme polla dura.

Lo grandioso es que no había nadie en la cocina, todos estaban en las cientos de habitaciones de arriba o bailando y bebiendo en la cómoda sala. Por la fuerte música nadie podría escuchár sus pequeños jadeos. Ella cada vez se frotaba más contra mi, maldita sea..

–¿Que haces muñeca...?– pregunte frunciendo el ceño para intentar que no se me saliera ningún suspiro por el éxtasis que estaba sintiendo.

–Solo... Quiero darte un abrazo..– hablo entrecortado y levantando solamente los ojos para verme, giro su cabeza y ahora su mejilla estaba en mi pecho. Sus manos agarran firmemente mis brazos, como si estuviera buscando soporte.

–¿Solo eso?..– pregunté mientras echaba la cabeza para atrás. Esto me resultaba demasiado excitante, el echo de que nosotros somos "enemigos" y ella está ebria, frotándose contra mi pene duro por encima de mis pantalones, sentía que me correría en cualquier momento..

–Mjum...– murmuró en pequeña respuesta, mientras aumentaba sus movimientos al igual que sus jadeos.

De repente tenía a una chica ebria y vestida tan jodidamente sexy golpeándose contra mi pene, seguíamos en la cocina, no pensaba tener sexo con ella, simplemente me gustaba esto. Gracias a Dios la puerta de la cocina estaba cerrada, así nadie podrá ver en la magnífica posición en la que Jayla está. Ella levantó su vestido, solo un poco, descubrí que solo lleva unas bragas negras, demasiado sexys, estaba de espaldas, su trasero se restregaba en mi pene duro, yo me limitaba a soltar suspiros y jadeos. Mi pantalón estaba mojado por la humedad de Jayla, ya que al principio que levantó su vestido su vagina húmeda estaba en mi entrepierna. Ella solo soltaba leves gemidos, se movia tan bien, lo hacía lento pero fuerte. Yo la sujetaba de la cintura solo con una mano, para darle más soporte.

Jayla Stone.

Me removí incomoda en la cama, tenía a alguien durmiendo al lado mío, que por ende creía que era Bill. Me percate que llevaba puesta una camisa enorme, y abajo solo mis bragas, los ojos me pesaban, así que no los abrí. La persona que creía que era Bill se volteo quedando su dorso en mi espalda, el estaba lo suficiente cerca como para poder sentir su parte baja en mi trasero.

Se movió una vez más y soltó un gruñido bastante ronco.. no parecía la voz de Bill.

Sentí algo duro en mi trasero, donde justamente quedaba el miembro de ¿Bill? Ya no estaba segura de que era el.

Al abrir los ojos me asusté, no era para nada la habitación de Bill, solo le pido a Dios no haberme acostado con un tipo. Se que he sido una perra y una chica no muy buena, pero por lo que más quieras Dios, que sea un simple cambio de habitación de Bill.

Cuando estuve dispuesta a voltearme para ver de quién se trataba tocaron la puerta algo desesperadamente.

–Tom!! Hijo de puta, voy a matarte..– grito... Bill, si, claro que era su voz, solo que se escuchaba molesto.. ¿¡Había dormido con el Kaulitz imbécil!?

Dios, esto estaba demaciado jodido. Rápidamente me di la vuelta y.. efectivamente, era el..

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no soy buena escurriendo este tipo d escenas 🌚

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