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La ambulancia era un espacio seguro, las sólidas puertas y la cabina sin ventanas bajas le habían proporcionado un lugar dónde ser miserable, la enfermera era un chica joven que limpio sus heridas con cuidado, le aplicó una pomada y una compresa fría para evitar las ampollas, Santino agradecía desde lo más hondo de su corazón que se hubiera mantenido silenciosa y profesional, incluso cuando el estallo en un llanto entrecortado e infantil que probablemente era ridículo en un hombre de su edad.

La chica le tendió un pañuelo y le dió algunas palmadas en el hombro, su tacto era el de alguien incómodo pero que intentaba brindar consuelo como podía.

—No es tan malo…—Su voz era suave y agradable, pero venía acompañada de cierta duda—Probablemente la piel se ponga roja y se hinche, pero con analgésicos, crema para quemaduras y buen descanso podrá volver al rodaje en dos días.

Santino se limpio las lágrimas con tristeza, en dos días tendrían que haber adelantado al menos cuatro de las viente escenas que le tocaban a su personaje, aún tenía que rodar con Bowery King y una quemadura de tal magnitud no tenía una rápida solución, estaba por hecharse a llorar seriamente cuando unos toques en la puerta de la ambulancia le hicieron detenerse. La enfermera abrió la puerta revelando, al director y su asistente, el primero se veía bastante apenado por toda la situación.

—¿Santino como te encuentras?—El hombre tenía el ceño fruncido de preocupación y así mismo miro a la enfermera—¿Fue demasido gravé?

La chica nego con suavidad—Necesita reposo, como mínimo dos días para que baje la hinchazón y el enrojecimiento.

—Ya que este contratiempo ha sido mi culpa Santino, te libero por cuatro días de venir al set, haremos tus escenas luego, cuando estés completamente recuperado—Chad Stahelski sonrió un poco apenado.

Santino quería negar, se sentía un poco inútil, su accidente retrasaría la filmación al menos una semana, y los otros actores también tenían otros compromisos que cumplir, sin embargo guardo silencio, por mucho que le doliera no podía hacer nada, tenía que recuperarse. Mientras la ambulancia encendía los motores rumbo a su departamento, se permitió mirar por una de las ventanas laterales, estaba casi parado sobre su asiento pero no podía evitar la curiosidad, algunos asistentes y actores habían volteado a ver el vehículo partir, en la lejanía incluso noto la figura de John Wick, el hombre estaba de espaldas y hablaba con alguien a quien Santino no pudo ver, pero se sintió decepcionado, era solo un actor de quinta saliendo lastimado, nada por lo que el gran John Wick tuviera que girar el rostro.

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           .punto elegante

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Fueron cuatro tortuosos dias, los dos primeros había tenido la cara hinchada como una calabaza, primero le ardió la piel y luego le pico, la crema ayudaba en las noches pero había hecho que se pelara al tercer día como si hubiera ido a la playa sin protector, estaba algo asustado de que quedarán marcas, era actor, vivía de su apariencia, si quedaba desfigurado demandaría a Chad por agresión. Sin embargo al quinto día estuvo bien, su rostro había vuelvo a ser el mismo de siempre, solo que cansado, en realidad tenía hojeras tan oscuras como las de un lémur, y todo gracias al hecho de practicar sus líneas casi de manera obsesiva, no podía fallar, de ninguna forma tenía permitido cometer errores en su regreso.

Su auto había sido devuelvo por uno de los asistentes el mismo día del accidente, gracias a eso no tendría que tomar un taxi hasta la zona de rodaje, pero quizás la suerte no estába de su lado, había un atascó de automóviles en su ruta de siempre, olvidó desayunar, tenía el pelo más revuelto que nunca y los parches Anti ojeras debajo de sus ojos parecían estarlas oscureciendo un poco más, la frustración sería su amiga por un buen tiempo. Cuando por fin salió del atascó ya habían pasado veinte minutos de su hora de llegada, se bajó del auto casi corriendo y entro a la carpa como un vendaval.

—Buenas tarde, siento la tardanza, el tránsito está horrible…—Santino se miró en el espejo por algunos segundos antes de retirar los parches, los había olvidado.

Ares elevó una de sus perfectas cejas y sonrió—Tranquilo, no eres el único, los extras deben estar atrapados en la misma ruta, su autobús aún no llega—La chica se inclinó un poco en su dirección—¿Cómo estás de la herida?

El otro sonrió con suavidad—Todo bien.

—¡Genial! No sabes la que se armó aquí cuando vieron a la ambulancia salir, pensamos que era grave—La chica suspiró e hizo una floritura de la mano para restarle importancia—El señor Wick incluso quería obtener tu número para verificar que estuvieras bien, cuando le explicaron todo parecía sentirse culpable, aunque sabemos que fue la estúpida puerta la que inicio todo.

Santino se quedó estático en su asiento, John Wick, el gran y siempre genial John Wick se había tomado las molestias de preguntar su número porque se había preocupado por el, era casi un sueño, una sonrisa tonta se poso en sus labios mientras fantaseaba con mil formas de agradecerle a los dioses por aquel momento de dulce fama.

—Segun tengo entendido haremos cuatro escenas hoy, tu hablando con John Wick, la conversación dentro de la casa, la despedida y negación, y por último tu lanzando una bomba directo a su casa—Ares sonrió con ilusión—Consiguieron una basuca para la ocasión, creo que van a enseñarte a dispararla después del receso.

—Espera ¿Que?—El castaño empalidecio—¿Una basuca? Están locos…yo nunca he disparado un arma en mi vida, ni siquiera las de agua.

Ares alzó una ceja—Oh bueno, supongo que igual no importa, la basuca probablemente está cargado con un tiro de salva y tú solo tendrás que actuar que la disparas—Su mira se desvió hacia un punto a su izquierda, casi como si evitará algo—Quizas…

Detrás De CámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora