Capítulo 10: Arrepentimiento

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Advertencia ⚠️: contenido sensible, ver notas al final.















Paseaba por la casa con paso lento, meditabundo sus dedos recorren las paredes que se esmeró en tallar hasta sangrar en su infancia.

Había algo ceremonial en esto, podía oír los gritos de auxilio de su alacena, pero lo único que se registraba en su mente eran sus propios gritos pidiendo clemencia y solo un poco de humanidad. Jurando ser lo suficientemente bueno si es perdonado.

No dolía tanto el hambre o el frío, lo que nunca pudo olvidar es el hecho que le negaron su existencia cuando decidieron que no merecía ser amado, siendo esto para un niño devastador.

En medio del caos de esa casa que un día fue un infierno, ahora ardía en llamas consumiendo todo. Y aún así.

Aún así sentía que seguía allí, entre esas paredes.

—No lo estás, estás conmigo y existes Harry. — Su voz era tan gentil y delicada, él piensa que así debe sentirse cuando un padre lo consuela leyó su mente tan fácilmente, manchado de sangre en todas partes se veía glorioso. — Hoy libero tus cadenas por siempre, ellos nunca más tendrán control no mientras yo esté contigo. — Lo abraza y Harry se siente bendecido por los cielos.

El no creía en Dios o en el diablo.

Pero Draco era su ángel, destrozador de cadenas, vengador cegado, amante tierno y amoroso.

Draco lo es todo

Pero lo supo muy tarde, cuando nada vez su espalda irse.

En el sueño cambio, Draco ya no abrazaba, en cambio sus largos brazos estaban envueltos en el fuerte cuerpo de hijo de puta del Zar.

Su sonrisa ya no era suya.

Sus manos no lo tocan.

Su cuerpo no se arquea como un pequeño gato mimado.

Sus ojos no brillan con amor.

En cambio SI LO HACEN CON ÉL.

QUIERE GRITAR, ARREBATAR A DRACO DE SUS BRAZOS PERO, ¿QUERRÁ DRACO SER LIBRADO?

SER TOCADO POR ÉL SIN QUE FUERA UNA OBLIGACIÓN.

No lo sabe, no lo sabe.

Se lleva sus manos al cabello, sintiendo el ardor de las llamas en su espalda pero no tanto como el dolor de cu corazón por la vista del frente.

Grito y grito.

Pero él no lo volteo a ver ni una sola vez.












Se despertó sobresaltado, toda la semana que Draco ya llevaba fuera era una maldita pesadilla, trataba de distraerse entrenando a sus hombres, supervisando el avance de España, trabajando en general.

Nada parecía funcionar, no importa qué poción pudiera tomar o que agotado estuviera deliberadamente no funciona.

Un miedo irracional lo embarca todos los días, cada segundo de su día sin descanso o aliento, sabe muy bien que si Draco quiere hacer cómo eso no podrá detenerlo y mucho menos contenerlo.

Es su culpa, cada vez que se mira al espejo se pregunta cómo puede vivir consigo mismo después de hacer algo así.

Cómo se atreve a soñar que Draco no buscará consuelo en alguien que tal vez si lo quiere de manera correcta, y quizás mejor de lo que hizo Harry.

When your crown is stained with regretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora