MARATÓN - CAPÍTULO XV (PARTE 1)

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Narra _____

Estaba durmiendo de lo más satisfactoriamente hasta que empezó a sonar la campana, que acababa con mi paciencia y mi buen humor cada mañana...

"SEÑORITAS, TODAS ARRIBA, ¡RÁPIDO!"

Y como siempre la misma mujer gritaba por los pasillos, no quería despertarme, estaba demasiado cómoda durmiendo.

- Ok _____, levántate o vamos a llegar tarde al desayuno – decía Erika mientras jalaba las cobijas de mi cama

- Ashh, no quiero... vayan ustedes, déjenme dormir

- No otra vez – decía Hanna en tono cansado

- _____ ya levántate – dijo Ary en un bostezo

- No quiero – dije como niña chiquita mientras enterraba mi cara en la almohada hasta que sentí que me tomaron de los tobillos. Antes de que pudiera reaccionar ya estaba en el piso. Alison y Hanna me habían tirado de la cama

- Ya, ok – dije resignada y después todas fuimos a ducharnos ya que por fin había llegado el sábado, no teníamos que usar uniforme, hoy por fin iba a salir de esta horrible prisión.

Como las chicas se atrasaron a cambiarse por mi culpa, todas nos pusimos lo primero que encontramos para bajar a desayunar, después regresaríamos a vestirnos para la salida con los chicos.

El desayuno estuvo bastante tranquilo, pero mientras comía empecé a sentir que algo vibraba en mi cadera, era mi celular. Ya que solo era un mensaje no lo revisé, si sacaba mi teléfono a mitad del desayuno, de seguro nos castigaban a todas y me quedaba encerrada aquí.

Cuando terminamos y la rectora se retiró, las chicas y yo nos dirigimos de nuevo a nuestra habitación, saqué mi celular para ver el mensaje, el número no lo conocía, pero aun así lo vi.


Mensaje de texto

¿Extrañas a papá? Jajajaj


Ese mensaje no tenía sentido... "¿extrañas a papá?" ¿Y eso qué significa?. Ya que no conocía el número y tampoco entendía lo que me decían, no le di mucha importancia, tal vez alguien se equivocó de número.

Busqué entre mis cosas algo que ponerme, la verdad no estaba muy interesada en arreglarme, a diferencia de las chicas que se pusieron realmente lindas. Todas se arreglaban, peinaban y buscaban accesorios para combinar con su ropa. Por un momento las miré atentamente, estaba como hipnotizada, yo nunca pensé volver a tener amigas y mucho menos verlas así, nerviosas por sus citas.

- _____, ______, ¿te pasa algo? – dijo Erika sacándome de mis pensamientos

- No, estaba distraída, es todo

- ¿Distraída? ¿Cuánto tiempo llevas ahí sentada? Ni si quiera te has cambiado – reprochó Ary

- Ya, ya, lo siento

- Okey, apúrate porque aún tenemos 30 minutos antes de que sea la hora de salida así que cámbiate – dijo Alison

Empecé a buscar entre mi ropa, pero la verdad no sabía que ponerme y tampoco es que tuviera mucho entre lo que escoger. Olivia compraba más ropa para Jennie que para mí, mejor dicho, a penas y se acordaba de mí. Entre tanto buscar encontré un conjunto que me agradó, me puse un jean oscuro, un top blanco con una sobre camisa azul y mis infaltables converse negros. No me gustaba recogerme el cabello pero esta vez decidí intentarlo, busqué entre mis cosas y encontré un par de aretes plateados, unos collares y anillos muy bonitos.

 No me gustaba recogerme el cabello pero esta vez decidí intentarlo, busqué entre mis cosas y encontré un par de aretes plateados, unos collares y anillos muy bonitos

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- Listo – dije dirigiéndome a las chicas que ya estaban todas más que listas

- Ya era hora – dijo Hanna

- Ya, no sean exageradas. Me arreglé mucho más rápido que ustedes

- Sí, sí, lo que digas. Mejor vámonos – dijo Alison mientras salía de la habitación

- Por favor, ya no puedo seguir más aquí encerrada – dijo Erika

- Yo menos – susurró Ary

- Y yo que pensaba que la única que quería salir de esta prisión era yo

- Oye, a todas nos estresa estar aquí, pero nos acostumbramos y es bueno salir a pasear un rato, pero tú te quieres escapar – dijo Erika burlonamente

- Oigan, oigan, ya dejen de ser unas dramáticas. Vámonos – dijo Hanna

- Okeeey – respondimos todas al unísono

Antes de salir de la habitación con las chicas recibí otro mensaje del mismo número desconocido.


Mensaje de texto

Extrañas a papá, ¿verdad? De eso no hay duda


Estos mensajes ya empezaban a fastidiarme, quien quiera que sea el que los está mandando o está loco o el número que tiene está equivocado. No tengo tiempo para responderle diciendo que está equivocado, seguramente ni tenga saldo porque Olivia se olvidó de recargar mi celular y tampoco quería molestar a las chicas para enviar un mensaje a un desconocido, eso es darle demasiada importancia.

Del odio al amor hay un paso (KIM YOUNGHOON Y TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora