Chapter 2

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"Gracias al cielo... Ya acabó." Sudor caía de su frente.

El hombre que follaba con Seungho ya se había ido de la residencia.

La realidad era que la inspiración sexual del noble ante el nulo progreso de los hermanos se vio frustrada.

–Navier, explícame por que las hojas de ambos siguen en blanco. — su tono demandante no se hacía de rogar, pero a pesar de que su voz se escucha desfavorable no parecía con ánimos de buscar su katana.

Nuevamente, tomo lugar frente a su hermano, acercándose con solo unos pasos de separación entre ella y el noble. Su cabeza gacha mirando al suelo, con sumisión. —Disculpe nuestra incompetencia, Lord Seungho... Ya no pintamos esta clase de encuentros. 

—¿Ya no pintan? ¿Y eso por qué? —sin dejar que le respondiera toma sus manos pequeñas entre las suyas grandes. 

Navier ante todo prefería no reaccionar, pero su mirada era analítica ante el comportamiento del noble. Como pasaba de estar tranquilo a amenazante era razón de alerta para ella, una persona así no debía estar cerca de su hermanito... 

—No le podemos responder, Mi Señor. — se escuchó la aplacada voz de Nakyum en el fondo.

"No llames su atención, por favor... Así será muy difícil sacarte de aquí, cariño" 

—Hmm. — acercó su mano para acariciar el parpado de la joven, quien no pone resistencia, pero un escalofrío recorre su columna vertebral. — Tienes ambos ojos en sus cuencas y diez dedos en tus manos... Son pequeñas y parecen frágiles, pero lo tienen todo... ¿Incluso así dices que no pueden pintar? No logro comprenderlo. — suelta su mano para pasarla a su mejilla, con una sonrisa que al punto de vista de Navier era muy pecaminosa. 

—¿Quieres que te de una verdadera razón para llorar? — preguntó sonriente al ver las lágrimas de mi hermano.

Con un "Fiiiis" el pincel cayó de las manos del pobre Nakyum.

"Necesito estar con él..." 

Al tratar de avanzar hacia mi mellizo menor, siento el agarre de acero en mi brazo. Volteo y veo la seriedad en el rostro del noble, advirtiéndome a quedarme quieta.

—Digamos que esto solo fue un ensayo. — su mirada posada sobre Nakyum, los dulces ojos avellana del menor seguían colmados de lágrimas que herían mi corazón.

—Mi Señor, presento disculpas en nombre de mi hermano y de mi persona, en nuestra defensa... Los acontecimientos de esta noche fueron complicados de manejar, tendrá una pintura en sus manos pronto, le doy mi palabra... 

Nakyum mira la situación con preocupación, sabe bien que el noble es peligroso y sabe que Navier hará todo pensando en él, lo que la pone en una posición vulnerable. 

Su hermana es su luz de esperanza y sin él saberlo, es la razón de vida de Navier...

Un suspiro en Seungho se hace escuchar, a la vez que gira los ojos con fastidio evidente. —Ambos son más complicados de lo que parecen, los perdonaré por esta vez. Les daré todo el tiempo que necesiten para sus practicas artísticas.— Pero harian bien en recordar que no dispongo de mucha paciencia... Siganme, los llevaré a su nuevo estudio.

Sigo observando la residencia del noble, mientras él camina delante de nosotros, note a Nakyum estaba cabizbajo y callado y para reconfortarlo tome su mano apretándola en el proceso. 

El giró con sus ojitos rebosantes de preocupación y sonreí con los ojos cerrados buscando quitarle tensión a la situación.

—Ve el lado bueno, hermanito, serán como unas pequeñas vacaciones en una mansión. — ante esto sus ojos tomaron un aire más risueño, pero sin apartar de todo la niebla del temor. 

𝑯𝑼𝑹𝑻𝑺 𝑺𝑶 𝑮𝑶𝑶𝑫 | 𝒀𝒐𝒐𝒏 𝑺𝒆𝒖𝒏𝒈𝒉𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora