𝑯𝑼𝑹𝑻𝑺 𝑺𝑶 𝑮𝑶𝑶𝑫 | 𝒀𝒐𝒐𝒏 𝑺𝒆𝒖𝒏𝒈𝒉𝒐

Chapter 3

Nakyum que se encuentra por las habitaciones y no ve a Navier por ningún lado, estaba preocupado por su hermana. —Navier no está... — frunciendo el ceño agarra de su estuche colocándoselo, se ve poco a poco más desesperado. —Ella no me abandonaría...— los ojos se abrieron levemente con naciente angustia.

Porque la única idea ni siquiera era escapar, era buscarla, encontrarla sobre todo. Incluso saliendo del lugar, no importaba.

Siendo así que se puso en marcha hacía la salida principal, no había nadie alrededor.

Hasta que chocó con el noble al abrir la puerta.

—Tengo la fama de promiscuo pero aun no lo he hecho con un Chummin~ — claro que esta sonriendo divertido tras ver sus expresiones, pero luego su mirada se volvió monótona cuando esté se alejó. — ¿Intentabas escapar?~ — sonríe. Que cambió tan drástico de actitud.

El rostro del chico empalidece notándose ese leve azul en su frente. No tenía palabras para responder más que retroceder un poco.

Por su parte, Navier volvía de darle una vuelta al terreno del noble y la escena que vio al llegar la llenó de angustia.

Cuando nota que NaKyum se le abalanzó encima a Seungho no dudo en correr hacia él, estaban a punto de golpearlo, ni siquiera palabras, era muy instintiva y rápida, en ese momento cuando el golpe iba a ser dado sostiene su mano para evitar que toque la piel del menor.

El noble sin esperar ese tacto, solo guiándose por la intervención ajena se llena de molestia.

Así que bruscamente tira a la muchacha al suelo, haciendo que la pobre joven soltara un alarido por el movimiento brusco que dio.

—¡Navier! — exclama Nakyum yendo con velocidad al lado de su melliza.

Seungho de pie los mira desde arriba con un semblante sombrío, especialmente a la chica, porque su intención no era herirla. Sin embargo, antes que tener simpatía y disculparse, su furia creció porque le prohibió cumplir su objetivo principal.

—Veo que además de ser obstinada, también eres entrometida... — murmura con ese tono que podría helarle la sangre a cualquiera.

Nakyum sintió esa mirada fija y con el miedo latente se queda en silencio, solo tomando la mano de su hermana como apoyo.

—Tiene razón... Y aunque yo podré ser entrometida, no soy cruel. ¡Nunca dejaría que dañe a un inocente! Ni siquiera sé que hizo Nakyum, pero estoy segura de que el sería incapaz de cometer un acto que requiera golpes. — siente esa leve inquietud por la posibilidad de recibir azotes o ser torturada por el noble.

—Aún si crees que él es inocente... No puede serme más irrelevante, eres una simple plebeya. — fija sus ojos en Na Kyum con un gesto aterrador en el que parece estar a punto de matarlo con la mirada. — Y no estabas aquí para saber lo acontecido, la realidad es que él cometió un acto descarado al abalanzarse sobre su amo y tú... Tú te interpusiste entre el muchacho y su merecido castigo...

—Aun si hizo lo que hizo... Estoy segura de que tuvo sus razoned y lo siente, le doy mi palabra de que no volverá a suceder, mi señor. — se inclina en una profunda reverencia.

"De nada me sirve discutir con este noble... Debo enfocarme para lograr salir de aquí junto a mi hermano."

Nakyum frunce el ceño con un puchero en sus labios, preocupado por la situación en la que ha metido a su hermana— Lo siento, mi señor. Lo que usted tiene es un objeto preciado para mí, yo... Lo siento.

Seungho alza una ceja y los mira con desdén, casi decepcionado de que no vuelvan a rebelarse para darle más razones por las que imponerles algún castigo. Sin embargo no va a ser divertido hacerlo si reconocen su error, así que suspirando con aburrimiento sube la mirada al cielo.— Son los subordinados más molestos con los que haya tenido que lidiar...