SAMUEL
Ya habían pasado dos semanas y me estaba acostumbrando al horario y a las clases. La verdad no era tan malo.
Durante estas semanas, Lucas, Jacob y yo nos habíamos hecho más cercanos.
Luca nos contó un poco sobre su familia. Sus dos padres eran italianos y se conocieron una noche, producto de esa aventura nació él. Su madre era una artista que no ganaba mucho, por lo que su padre se quedó con la custodia cuando él tenía 7 años.
Cuando cumplió los 14, su padre se casó con una iglesia y se mudaron a Londres. Tenía un hermanastro que vivía en París, una hermanastra 2 años menor que era alumna del internado de mujeres que estaba al otro lado de la ciudad. Por último una pequeña hermana hija del nuevo matrimonio.
Su madre se volvió a casar con un mecánico. Durante los veranos, él viajaba a Italia para trabajar en su taller. Me dijo que allí aprendió todo lo que sabe.
El fin de semana nos presentó a su hermanastra Rebbeca, Becca, y a sus amigas: Nora, una escocesa que componía y tocaba canciones en bajo, Y Andrea, Andy, una española que montaba a caballo.
Recorrimos toda la ciudad, compramos algo de ropa y comimos helado.
Cuando llegamos al colegio estaba oscuro, así que decidimos ir a nuestra habitación para ver películas toda la noche, aprovechando que solo seríamos nosotros tres, ya que Peter fue a Oxford a ver a su familia, Ishaan estaría toda la noche en la biblioteca estudiando y Takumi tenía una competencia fuera de la ciudad.
A pesar de todo, no había podido olvidar la noche de la fiesta, esa sonrisa era un pensamiento recurrente que no me dejaba dormir.
El domingo me dormí a eso de las 3:30 de la madrugada, pensando en ese misterioso chico.
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La mañana siguiente sonó el despertador como de costumbre, pero tenía tanto sueño que ni siquiera lo escuche.
De pronto, alguien levantó mi colchón y me dejó en el suelo.
-Te llevo gritando más de 10 minutos, apúrate o llegaremos tarde- dijo Peter con el ceño fruncido, frente a mi.
-¿Qué mierda te pasa?- le grite.
Me levanté entre enojado y dormido, si no hubiera sido porque Takumi me detuvo, hubiera golpeado a ese pelotudo.
Me vestí y, cuando salí del baño, estaba solo con Jacob.
-No te preocupes, yo te cubro. Si quieres dormir, te recomiendo la biblioteca- dijo antes de salir.
Corrí sigilosamente hacia la biblioteca.
Cuando entré, fui directamente al fondo del lugar, donde sabía que nadie podría verme dormir. En ese momento, sin darme cuenta, tropecé con un montón de libros.
-¿Estás bien?- preguntó alguien ayudándome a levantarme del suelo.
-Si- respondí. Cuando alcé la cabeza para mirar, allí estaba él.
Su recuerdo no me había dejado dormir durante semanas y ahora tenía la oportunidad de hablarle, pero me quedé petrificado.
-Perdón, no sabia que alguien entraría a la biblioteca a esta hora- dijo mientras se rascaba la nuca.
Iba a hablar cuando me di cuenta que mi nariz comenzó a sangrar.
-Mierda, siéntate aquí- de pronto me llevó a las mesas y me puso una silla para que me sentara- Espérame aquí- añadió mientras corría hacia el puesto de la bibliotecaria.
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★Estrellas★
RomanceSamuel es un chico callado pero algo problemático que vive en Buenos Aire con su familia. Sin embargo, un día, por culpa de la fiesta y el alcohol , su vida da un giro de 180°. Es enviado a Inglaterra a un internado exclusivamente para chicos, dond...