Capítulo II

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Todo estaba pulcramente arreglado gracias al trabajo que todos en el palacio habían hecho, la princesa Momo ya había llegado al lugar desde hacía quince minutos atrás, descansando en la habitación que se le fue entregada para que mantuviese allí su estancia mientras Izuku se mantenía terminando su trabajo rápidamente para no hacer esperar mucho más tiempo a la mujer y darle una mala impresión, necesitaba caerle bien para ofrecerle el trato que tenía en mente, así que en el momento en el que terminó, se levantó de su trono para caminar hacia afuera del salón que usaba para trabajar y se encaminó hacia los grandes jardines, no necesitaba cambiarse puesto que su ropa para trabajar era completamente formal, ya que habían casos en los que le tocaba recibir gente fuera del palacio y no podía presentarse ante ellos con su pijama puesta.

Su camino fue dirigido por las empleadas que lo vieron llegar y agradeció una vez llegó a la mesa de madera tallada en oro con detalles hechos con flores reales bañadas en acrílico, una obra de arte que su madre había mandado a realizar hacia años y misma que era cuidada por todos allí como una reliquia, estaba contento de que así fuese. Pronto la mesa se llenó con dulces y bebidas gracias a las mismas empleadas que lo guiaron hacia allí, notando prontamente la llegada de una joven de cabello azabache, alta, esbelta y bastante educada, por lo que pudo notar sin que ésta siquiera hablara; se apresuró para saludarla tal como la chica estaba haciendo con él y la invitó a sentarse primero para después hacerlo él mismo.

—Es un honor conocerlo, faraón Izuku, muchas gracias por la invitación a su palacio y por escogerme como primera candidata —Comenzó a hablar Momo con total propiedad y formalidad, debía dar una buena impresión antes de soltar el trato que también había ido a hacer.

—Gracias a usted, princesa Yaoyorozu, por aceptar venir tan pronto —Respondió Izuku con la misma formalidad, ofreciéndole una taza de su mejor té. —Realmente creí que le tomaría más tiempo el aceptar mi petición, quedé bastante sorprendido. Debió ser duro el camino de su palacio hasta aquí.

—Mi padre envió su petición con mi mensajera, aprovechando que me encontraba cerca de la frontera de la ciudad comprando algunas telas —Informó Momo sin ver al pecoso frente a ella, tomando un poco del té, disfrutando gratamente del rico sabor de este. —Por ello fue que no me tomó demasiado tiempo encontrarme con sus guardias para venir hasta aquí —Explicó.

—Las telas que hay entre ambas ciudades son las mejores ¿No es así? —Cuestionó Izuku viendo a la chica asentir y sonrió estando de acuerdo. —Bueno ¿le parece si conversamos acerca de mi solicitud?

—Sobre eso… Quisiera antes ofrecerle un trato de manera informal, si no es mucha molestia —Pidió Momo como respuesta a la pregunta ajena.

Izuku alzó las cejas sorprendido por el pedido ajeno, al parecer no era el único con la idea de pedir un trato, aun así asintió levemente a sus palabras antes de decirle que él mismo también tenía un trato para ella y con eso dicho, Momo le permitió al faraón comenzar con lo que tenía para pedirle, luego de escucharlo decidiría qué haría, estando segura que el otro no se molestaría si lo rechazaba y se marchaba luego, pero estaba casi segura que eso no pasaría e Izuku también lo creía.

•••••

1 semana después.

La gente en la ciudad se encontraba contenta, la estadía de la princesa de la ciudad vecina parecía haberse alargado más allá del primer día, eso eran buenas noticias para todos puesto que significaba que habría arreglo matrimonial y más pronto que tarde, un próximo heredero que tomaría el trono una vez que el faraón muriera a causa de su enfermedad, aunque nadie sabía exactamente cuándo sería eso, pero esperaban que no fuera pronto.

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2024 ⏰

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La maldición del faraón [DekuBaku] (Comisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora