~ Ya no soy tu problema ~

•2•

Lo recordaba todo tan bien.

Era un martes, había vuelto del trabajo y estaba por entrar al departamento que compartía con Marcus. Una vez allí adentro sintió un olor extraño, a perfume de mujer, uno completamente desconocido.
Su mente empezó a maquinar, ella usaba perfumes florales y suaves, ese era fuerte, su madre usaba los mismos que ella y su suegra usaba de vainilla. Él no tenía hermanas y se hablaba poco con sus primas, ella si bien tenía una hermana, ésta no estaba viviendo en el país hacía ya seis años y era imposible que haya vuelto porque le había mandado un mensaje desde el trabajo.
Algo dentro de Chiara le dijo que se largue de ese lugar, pero su impulsividad la llevó a abrir la puerta de la habitación. Allí la encontró.
Una mujer durmiendo en lo que se suponía, era su lugar de la cama, completamente desnuda, despeinada, aún se veía la capa de sudor que recorría todo su esbelto cuerpo.
Le sorprendió que no esté allí su novio, pero tan pronto como pensó en él, el susodicho salió del baño que tenían en la habitación, también desnudo, con marcas por el pecho y peinandose con una mano, mientras con la otra sostenía la ropa interior de ambos.

Estaba en shock no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.
Marcus ni bien se dió cuenta de quién era la mujer parada al lado de su amante entró en pánico.

- Amor, no es lo que parece- Obviamente era lo que parecía.- amor mírame, creeme, no sé quién es esta mujer.

Chiara, quién ya había roto en llanto, se inclinó hacia la rubia tendida en la cama y comenzó a jalar el cabello gritándole de todo menos cosas lindas.

- ¡Trola de mierda, sos una puta, andate de mí casa si no querés que te eche a patadas! Y vos Marcus, no me digas que carajo tengo que pensar porque se ve muy bien que pasó acá ¡Te cogiste a una cualquiera, en nuestro hogar, nuestra cama, al lado de nuestras fotos juntos, dos años Marcus, dos putos años tirados a la basura por una garchada!-

- No Kiki- Así la llamaba él siempre, Kiki, ella lo odiaba- escúchame,  estás alterada, perdóname, se que está mal perdón.- Dijo esto último con lágrimas en sus ojos.

- Me voy, cuando vuelva no quiero ver a ninguno de los dos.

Así, Chiara se fue de aquel departamento y se encerró en su auto, allí se dejó llorar, estaba desconsolada. Jamás hubiera pensado que su amado sería capaz de serle infiel.

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Llevaba varios días hablándose con la  rubia. No le atraía en un sentido romántico, pero si sexual.
Sabía que estaba mal lo que hacía, Chiara no se lo merecía, pero a la vez, le gustaba esa sensación de adrenalina por estar haciendo algo prohibido.

Ese día, ese 29 de abril de 2016, concretó su encuentro con la seductora mujer.
No se acordó ni por dos segundos de su novia, del amor, de que ella podría llegar en cualquier momento, solamente se dejó llevar por excitación.

Cuando llegó la mujer a su departamento hablaron por un rato y luego comenzaron a besarse, Marcus la subió encima suyo y fue bajando los besos hasta su cuello, bajaba más y más hasta que lentamente le quitó la remera y luego el sostén. Ella comenzó a gemir tan pronto como él le empezó a dar placer.
No lo dudaron y fueron a la habitación entre medio de besos fogosos.
En ella comenzaron a desnudarse, necesitaban el contacto físico del otro, no podían separarse ni dos segundos, besos por todos lados y todo el tiempo, gemidos que salían al mismo tiempo, murmullos pidiendo más.

Se entregaron al otro sin importarles el resto del mundo, por esa tarde, solo existían ellos y su apasionado encuentro.
En la habitación solo se escuchaba el choque de sus cuerpos sudorosos y sus voces ahogadas por el cansancio que empezaba a aparecer en ambos.
Continuaron un tiempo, hasta que ambos lograron llegar juntos al orgasmo, dejándose llevar aún más por el placer y los gemidos que se producían se intensificaron junto con palabras obscenas que salían de las bocas  de ambos.

Una vez terminado el acto sexual, la tercera en discordia se dejó llevar por el sueño y cayó dormida en la cama donde dos noches antes el mismo hombre con el que acababa de tener un encuentro, le hacía exactamente lo mismo, si no es que más pasional, a su novia Chiara.
Marcus entró al baño para darse una ducha, pero cuando salió quedó congelado al ver a su pareja de pie al lado de la mujer.
Entró en pánico y lo único que pudo decir fueron las clásicas palabras de un infiel.

Cuando Chiara le dijo que se iba fue cuando se dió cuenta de lo que había hecho y la culpa no tardó en aparecer, se arrepentía de haber hablado con esta mujer llamada Giada, haberla invitado a su departamento, besarla y tener sexo con ella, una completa desconocida con la cual solo tenían en común el deseo carnal hacia el otro. Se arrepentía de haber cometido tal traición a la mujer que le juró que él no le iba a hacer jamás lo mismo que los otros hombres con los que estuvo le hicieron, él prometió jamás serle infiel.
Sin embargo ahí estaba, rompiendo su promesa.

Bien dicen que hay diferentes maneras de matar a la persona que amas, y la más lenta de ellas es no quererla lo suficiente.
El tema era que él si quería a Chiara, pero para los ojos de ella, si realmente la quisiera, no la hubiera engañado.

Taylor Swift hizo mucha presencia en este cap.
Nos vemos cuando tenga inspiración.
Bye, Manu💕.