Un Amor por Redescubrir Is It Love Ryan

CAPITULO V

Luego de la humillación sufrida, Gaia anhelaba simplemente refugiarse en un rincón y dejar que las lágrimas brotaran, liberar todo el dolor y la angustia acumulados. Sin embargo, era un lujo que no podía permitirse, al menos no durante las horas laborales. Reuniendo fuerzas de donde no las tenía, ingresó al elevador para dirigirse a su piso y afrontar las responsabilidades que ahora recaían sobre ella.

Cuando las puertas del elevador se abrieron, los ojos de todos en ese piso se posaron en ella. Miradas cargadas de compasión, asombro, duda, incredulidad, algunas risueñas y otras burlonas. Al percatarse de esas miradas, Gaia sintió que el poco valor que había reunido se desvanecía, dejándola estática mientras la impotencia y la frustración la envolvían. La aguda sensación de que todos estaban al tanto de lo sucedido en la reunión acentuó la angustia de Gaia, y su parálisis fue aprovechada por las malas lenguas que empezaron a susurrar.

De repente, sus ojos se posaron en el botón del lobby, tentándola a presionarlo para evitar la avalancha de preguntas que se avecinaba. Antes de que pudiera hacerlo, alguien más lo hizo por ella. Pero en lugar de presionar el botón del lobby, presionó el botón del estacionamiento, La mirada de Gaia recorrió con lentitud el contorno de aquel brazo hasta toparse con el rostro de Matt, cuyos ojos transmitían un firme "aquí estoy para ti"

un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas. Al notar el dolor en el rostro de su amiga, Matt no dudó ni un segundo y la envolvió entre sus brazos, ofreciéndole su apoyo incondicional.

Las puertas del ascensor se cerraron, aislando por un instante a Gaia de las miradas inquisitivas y crueles que la rodeaban. En ese momento, la calidez de ese abrazo le ofreció un atisbo de consuelo en medio de la tormenta emocional que la rodeaba.

Después de liberar todo su dolor en los hombros de Matt, y con los ojos completamente enrojecidos por la incontenible avalancha de lágrimas, tanto él como Gaia permanecieron en un silencio tenso, a la espera de que el otro decidiera romper la barrera del mutismo. Sin embargo, ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso, limitándose a quedarse en silencio, con la mirada fija en el vacío del estacionamiento.

Finalmente, Matt rompió el silencio con un susurro cargado de furia –es un cretino – soltó Matt de repente, rompiendo el silencio y atrayendo la mirada de su amiga.

Gaia simplemente lo miró, y en ese instante, pudo percibir la furia emanando de Matt. el ceño de Matt estaba tan fruncido que parecía esculpido en piedra, las venas se marcaban visiblemente alrededor de su cuello y sus brazos se tensaban como si estuvieran a punto de estallar.

-Entiendo que fue estúpido de mi parte haber ido con mi hermano, sabiendo sus antecedentes, pero de ahí a culparte y encima llamarte negligente, ¿en serio? – alegó Matt mientras sus manos se cerraban en puños con tal fuerza que sus nudillos se volvieron blancos –Desde cuando alguien que se ha estado matando durante estos meses entre el trabajo, cuidarlo a él y velar por su hijo se merece ser tratado así. Es... – La palabra quedó suspendida, pero la furia que ardía en sus ojos hablaba por sí misma.

Al percibir la furia que emanaba de los ojos intensos del moreno, Gaia colocó con suavidad una mano sobre los puños tensos de su amigo, intentando apaciguar la tormenta que se gestaba en su interior.

-No importa, todo lo que he hecho hasta ahora lo he hecho porque me gusta mi trabajo y amo mucho a ryan y a Alan. Así que no te lo tomes tan personal, yo estoy... –Antes de que pudiera terminar, Matt la interrumpió de manera abrupta.

-No te atrevas a decir algo que no sientes – espetó con determinación.

-Claro que lo siento, Matt. Yo estoy bi... –Sus palabras quedaron suspendidas en el aire cuando Matt colocó ambas manos en su rostro, atrayéndola hacia él. La proximidad repentina desconcertó a Gaia, quien balbuceó nerviosa, pronunciando el nombre de Matt.