Sueños Lúcidos

el restaurante cap 2

Esta vez soñé con mi tío Victor (hermano de mi papa) que tenía un restaurante en la zona costa de oro en Veracruz, el restaurant era de mariscos y carnes rojas, muy bonito y lujoso, la parte delantera era una parrilla con mesas, nada fuera del lugar de un restaurant de carnes asada, las segundas parte era un salón climatizado con alberca dentro, para eventos especiales, la tercera parte era un extra del salón a la intemperie dónde el piso tenía pasto sintético y sombrillas para cubrir del sol, tenía otra área donde de los lados pegados a la pared había pequeños departamentos, eran 6 departamentos tres de cada lado según dependiendo de las necesidades del cliente que quisiera quedarse y al final en el fondo estaba la casa de mi tío, con una fachada muy sencilla pero por dentro lujos y comodidades.

El día en que nosotros llegábamos al restaurante, toda la mi familia, era el baby shower de una prima , a lo cual mi tío nos invitaba al festejo, llegábamos y la decoración del salón climatizado era rosa, muy hermosa por cierto.

Nosotros no te vamos mucho contacto con la familia, así que llegábamos y recibíamos algunas caras de enojo y sorpresa al presentarnos. Pero nos decía que mi tío llegaba en unos momentos del viaje que había tenido y que si íbamos a buscarlo al aeropuerto, para esto tenía el un elicopteros y no subíamos en el para ir por el.

El piloto era muy amigo de mi papa, y por jugarle una broma, el se acerca demasiado al mar y hace que el agua entre al elicopteros mojando a todos, a él le pareció divertido, pero yo me resbale y al momento de subir el elicopteros caí por la borda, callendo directo al mar, algo a lo que tengo pavor es a no sentir el piso dentro del mar y empecé a entrar en pánico, sentís como me dolía el pecho al querer salir a flote, era un desesperación horrible que no podía parar de sentir.
Cuando logré salir a la superficie y respirar, después de ver negro todo y sentir esa desesperación sentí como algo me jalaba hacia abajo en el agua, denuevo al voltear a ver hacia abajo, me di cuenta que era un niño de ojos negros que me jalaba hacia abajo, pero el elicopteros estaba al ras del agua esperando que saliera para levantarme y seguir el camino, hasta que pude safar de el salir a la superficie denuevo.

Al subir al helicóptero me llevaron de regreso al restaurante y camine directo a los baños y duchas, dónde la fila del baño de hombres muy borracho estaba demasiado grande, el personal del hotel estaba asustado ya que te ia lo labios morados y las marcas de las manos del niño donde me había tocado para arrastrarme al fondo, pedía un departamento para poder bañarme a gusto pero justo en ese momento estaban llenos todos y la casa de mi tío estaba cerrada.

Una amiga mía llamada leyn estaba hospedada ahi y cuando me veía se asustaba, no sé en realidad qué aspecto tenía ya no me había visto en el espejo, ella no sabía que mi tío era el dueño de todo ese lugar, pero aún así me decía que pasará a su espacio y que podría bañarme y tomar ropa de la suya para cambiarme y que llevarían a algún médico para revisarme. Entraba al lugar y era hermoso más como una habitación de adolecentes, entraba a ala ducha y me limpiaba, pasaba tanto en el baño que estaban mis familiares fuera esperando asustados.

El doctor me revisaba y tenía unas costillas rotas de lo cual yo no me había percatado ya que no sentía dolor, y las marcas que tenía del toque del niño de ojos negros eran quemaduras extrañas, como si unieran puesto un metal al rojo vivo. En realidad no sentía dolor, algo que me pareció extraño ya que en realidad si siento dolor, no como las personas normales pero en quemaduras el ardor para mí es insoportable.

Después de todo el show desesperado de toda la familia por ver ir estubiera bien a lo lejos ví a tres niños de ojos negros, entre ellos estaba aquí el niño que me arrastraban al fondo, al momento que querer acercarme a ellos para saber que era lo que necesitaba ellos simplemente desaparecieron, no sabía que eran o que querían pero me causaban cierto  sentimiento de extrañeza, ahora todo estaba bien no sentía dolor ni ardor pero no podía sacarme la imagen de esos niños de la cabeza.

Simplemente desperté sin antes ver qué tenía la marca un poco roja de unas manos en mis piernas, justo donde aquel niño me había tocado.