Capítulo 4

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Ah pasado ya un tiempo desde la última vez que vi a mi madre, su rostro... su voz retumba en mi cabeza, a pesar de que se alejó de mi hermano y de mi no eh podido dejar de amarla y de tener la esperanza de que algún día volvera...

- ¿Sigues pensando en ella? - dijo Jimin viendo como Jungkook sostenía un pedazo de papel con su rostro y número telefónico.

La madre de estos dos se había convertido en una de las mejores empresarias del país al lado de su prometido, imposible olvidar como una mañana llego el periódico con una foto de esta en la portada.

"La increíble señora Cooper"

En el momento en que la madre de ambos decidió alejarse de ellos para siempre no dudo ni un segundo en cambiarse de nombre, no quería que nadie se enterara que venía de una familia con antecedentes, con problemas de por medio... no quería que se enterarán que ella tenia hijos.

El tiempo paso, Jimin y Jungkook crecieron y ambos pudieron retomar su vida, aunque ambos perdieron gran parte de su infancia no podían hacer nada, el daño ya estaba hecho.

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Ambos se dirigían a sus respectivos destinos en el auto de Jimin, este dejaba a Jungkook fuera de su Universidad y este continuaba hacía su trabajo.

- Es mi segunda semana en un nuevo curso, los niños no me tratan bien... dicen que soy raro.

- La gente a veces es cruel, no podemos encerrarnos en una burbuja - dijo Jimin sin despegar la vista del volante.

Durante todo el camino al colegio Jungkook no mencionó otra palabra, se sentía asustado e intimidado. Al llegar a la escuela las miradas se dirigieron hacia Jungkook, haciendolo sentir acosado, toda la escuela sabia ya que su padre había muerto y su madre lo había abandonado.

Al entrar al salón de clases los murmuros no paraban, las voces silenciosas retumbaban sobre las paredes de la cabeza de Jungkook.

- Hola ¿Puedo sentarme? - un chico alto, delgado y de cabello oscuro se posó al lado del menor.

- No me interesan tus insultos - dijo Jungkook sin voltearlo a ver.

- Me llamo Taehyung... ¿Eres Jungkook no es así? te ofrezco una disculpa por las burlas, mis amigos suelen ser algo molestos a veces.

La disculpa de este hizo a Jungkook reaccionar, aunque no tenía mucho tiempo en el nuevo curso no lo habían tratado del todo bien.

- ¿Por qué te disculpas si no me hiciste nada? fueron ellos - cuestionó Jungkook girandose a verlo.

- Si... es solo que si no lo hago yo nunca lo hará nadie, siento que sólo eres tímido y no raro, no quiero que me tengas la misma imagen que tienes sobre ellos - Taehyung le mostró una sonrisa a Jungkook y se levantó del lugar para volver con su grupo de amigos.

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Los días pasaron, Taehyung y Jungkook se habían hecho más cercanos, a los amigos del mayor no les molesto la idea de recibirlo de vez en cuando en aquel grupo. Todo para Jungkook estaba saliendo bien, se sentía vivo de nuevo.

En ocasiones pasaban tiempo a solas para que Jungkook se sintiera cómodo y acogido en el instituto, en algunas ocasiones Taehyung le regalaba al menos algunas golosinas que le compraba con mucho cariño, y Jungkook a el, les gustaba sentirse incluidos mutuamente.

Aunque Jungkook no pasaba mucho tiempo con los amigos del pelinegro sabia con exactitud que no tenía que conocerlos como para saber que Taehyung no es igual a ellos, que no tiene el mismo sentido del humor, no tiene el mismo corazón arrogante, frío y creido que el resto del salón de clases.

A veces solía creer que este solo se juntaba con el resto por no ser rechazado, por no ser excluido. Pero eso no le importó, porqué gracias al tiempo que pasaban juntos sabia que dentro de Kim Taehyung... había algo más que no dejaba que los demás se percataron de ello.

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