Capítulo 1

4.2K 298 19
                                    

Capítulo 1 | "Recargo, apunto, disparo"

( Ocho años de edad) 

Alek Morosov

No entiendo muy bien qué es lo que hago aquí, sólo continúo caminando justo detrás de papá, tratando de que mis pasos sean idénticos a los suyos, al mismo ritmo, a la misma velocidad, con la misma fuerza. Intento no hacer mucho ruido siquiera, porque temo que eso pueda molestarlo.

Todo le molesta.

— Alto, Alek — el gruñido de la voz de papá me hace detenerme de golpe, el ruso en su voz no ayuda a que su tono sea más claro — Buen chico.

Aprieto los dientes para contener lo que quiero decirle, lo detesto. Detesto que me felicite como si de un perro se tratara, dispuesto a cumplir sus órdenes siempre que él lo ordena.

De todos modos, me mantengo en silencio.

Si lo mantengo feliz, me dejará ver a mamá.

Le hace una ceña a sus hombres quienes abren las puertas frente a nosotros, donde una chica se mantiene atada en una silla.

No tarda en retorcerse nada más nos observa, el pañuelo atado a su boca dificulta que los gritos que de seguro quieren salir de su boca tengan más que un sonido amortiguado.

— ¿Acaso no es linda? — gruñe papá, con una de sus manos trazando las facciones del rostro de la chica, llevándose el rastro de sus lágrimas con sus dedos — Te hice una pregunta, Alek.

— Sí, papá, lo es.

— Claro que lo es.

Rodea a la chica, que tiembla sobre la silla, haciendo fuerza contra los amarres que mantienen inmóviles sus extremidades, sonidos ahogados salen de su boca y cierra los ojos como si el mero hecho de tener a papá frente a ella le supusiera un dolor agudo.

— Ella es una de las trabajadoras de la Bratva, una de las mascotas — me explica papá — Sin embargo, he estado intentando sacarle información por todos los medios posibles, sin éxito.

» No dirá nada, prefiere morir antes que traicionar a su mafia.

— ¿Qué sucederá con ella, papá?

— Ya lo verás.

Mi padre le hace una seña a sus hombres que no dudan en desatar los amarres que retenían el cuerpo de la chica atado a la silla, trata de huir, inútilmente. Los tres hombres que se acercan la machacan viva.

La chica recibe cada uno de los golpes y puñetazos que se envían en su dirección, se encoje en el suelo mientras implora piedad, y no termina ahí.

Cuando parece ser que no le quedan las suficientes fuerzas para pelear, uno de los hombres de papá espera su aprobación, que obtiene. Comienza a desabrocharse sus pantalones.

— ¿Papá...? — cuestiono, con la vista fija en la mujer en el suelo, mientras los hombres de papá rasgan su ropa como animales.

— Ojos al frente, Alek.

No sé en qué momento retrocedo hasta que mi espalda choca con la pared de este lugar, parece como si quisiera fundirme con ella mientras justo frente a mí los hombres de papá destruyen a esta mujer.

Luego, dejan su cadáver justo en el medio del salón, completamente desnuda y destrozada.

No les importa, se burlan de ello.

Yo no puedo moverme, me encuentro con mis manos colocadas en la pared tras mi espalda mientras siento como mi cuerpo tiembla y mi vista comienza a emborronarse.

Royal FlushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora