Alicia Mondragón
Íbamos conduciendo cada uno en su coche camino a casa, y a solo dos kilómetros de la comunidad, recuerdo que estaba apurada por llegar para que Victor no tuviera tiempo de acercarse a los niños, eso me inquieto un poco y estaba ansiosa por llegar.
Baje de mi auto rápidamente después de estacionarme, mientras el apenas se estacionaba, apresure el paso para entrar pronto a casa y ver si los niños estaban bien.
Alivio invadió mi mente al ver a los niños viendo tele en la sala, solté un suspiro pesado y los niños notaron mi presencia.
— Mamiiiii !!!!!!
Gritaron corriendo hacia mi para abrazarme, me arrodille para abrazar al más pequeño también, senti mucha tranquilidad al verlos bien, el entro unos minutos después con las bolsas de las compras y ellos lo ven con cara de susto, yo me percató y les explico la situación.
— No se asusten mis amores, el es Iván un viejo amigo, vino conmigo.
Ivan ríe un poco y coloca una rodilla en el piso para darles la mano, desde el más pequeño hasta la más grande.
— Bueno chicos, como ya les dijo su mamá me llamo Iván y soy su amigo.
Issabela sonríe y le da la mano.
Sus ojos se cruzan, y es imposible no notar su asimetría, ella tenía su misma nariz y color de ojos, pero preferí dejar de pensar en eso y ponerme a cocinar el almuerzo.
Ivan se sento con los niños a ver caricaturas, y ellos hablan con el referente a las caricaturas, no pude evitar sonreír al ver ese escenario tan bonito, los niños y el riendo, tan a gusto, en ese momento sentí que tenía una familia completa, unos hijos hermosos y un esposo cariñoso con sus hijos.
Ahí me di cuenta que los niños si necesitaban un padre, por más amor que yo les diera, les hacía falta una figura paterna que los protegiera y cuidara, yo sola no era suficiente.
Sin darme cuenta me encontraba apoyada en el mesón de la cocina embelesada viendolos convivir y sonriendo con si esa fuera la realidad, hasta que lo ví mirarme y levantarse, sus movimientos me hicieron salir de el trance y continúe cocinando.
El se acercó con esa sonrisa encantadora de siempre.
— Hey, tienes unos hijos encantadores, como su mamá — Sonríe de lado.
Sonreí inevitablemente y casi me sonrojo.
— Pues gracias por el halago, he puesto mi mayor esfuerzo para que sean niños encantadores.
— Y deberías estar orgullosa, son unos buenos niños y tienen una mamá que lo es más.
— ¿De verdad lo crees? Yo sé que sabes lo que pasó y no tienes que fingir que tienes un buen concepto de mi.
El se acerca y toma mi muñeca con sus manos.
— Yo se que eso no fue tu culpa, por más que haya otra versión yo creo en la tuya, sé que no eres ninguna asesina.
— Gracias por creer en mi, — Suspiro sonriendo un poco — Eres una de las pocas personas que creen en mí, mí mamá aún no me habla, a pesar que se demostró mi inocencia, ella aún me culpa.
— Quizas ella habla desde el dolor, piensa que su hija mato a su marido, sabes que lo amaba mucho.
— Sí, pero su hija soy yo y ella permitió que él me hiciera daño.
Mis ojos se llenaron de lágrimas al recordar, Iván rodeo el mesón para abrazarme.
— Ya eso paso y él no te va volver a hacer daño nunca más.
Salen las lágrimas y las limpio antes que los niños me vean.
— a si yo lo haya odiado hasta su último aliento, no quiere decir que lo haya matado.
— Te entiendo, pero tranquila, los niños pueden darse cuenta que estás alterada.
Acaricia mi hombro y sale de la cocina, lo veo volver con los niños y se me salen otras lágrimas, hace mucho no recordaba esa noche y mucho menos lo que me hizo ese señor, definitivamente Iván había removido mi pasado.
Después del almuerzo los niños estaban en sus habitaciones haciendo sus tareas e Iván y yo estábamos en el balcón de mi habitación platicando sentados en muebles de madera.
Ivan voltea a verme.
— Gracias por no agredirme cuando nos vimos, y por dejarme acompañarte.
Rie un poco pronunciando lo último y le doy una sonrisa.
— No tengo razones para tratarte mal, y para ser sincera, te extrañaba — Hago una pausa y suspiro profundo — Incluso más de lo que pensé.
El me mira con un poco de asombro y sonríe.
— No pensé que pensarías en mi, y mucho menos que me extrañaras, yo también te extrañe.
Coloca una de sus manos en mi pierna derecha, eso me incómodo y me levanté de golpe, me aleje un poco hasta llegar al barandal del balcón y me puse a ver a hacia el bosque, el se levanta y va a mí lado.
— No fue mi intención incomodarte solo...
— ¿Solo qué? ¿Pensaste que tenías derecho a tocarme, solo porque me deje besar? — Suelto una risa irónica — ¿Tan rápido te sientes mi dueño?
— Oye calma, no estoy pensando eso, simplemente me provocó y lo hice, no hubo razones diferentes, solo quise hacerlo.
Baje un poco la guardia y me volví a sentar no le dije nada.
— Siempre le decía a Camila que cuando tuviera noticias tuyas me hiciera saber, no sabes cuánto espere por saber de ti y cuando por fin supe, hasta tu dirección obtuve, aunque estés un poco tensa, estoy muy feliz de verte.
— Sé que no es tu intención hacerme enojar, pero hoy a sido un día en el que recordé cosas que daba por olvidadas, y eso me pone mal, yo también estoy feliz de verte pero...
— ¿Pero? ¿Te recuerdo el pasado?.
— Si, pero no es solo éso, también es el hecho de que no solo tu volviste, sino también Victor
Lo ví a los ojos, y note como la ira se propagaba por su rostro, mientras mi expresión era de tristeza, el se puso de pie furioso con las manos empuñadas a sus lados.
—¿Ese maldito se te acerco? ¿A intentado hacerte algo? Dime porque lo mató.
— Tranquilizate, él no me ha hecho nada y se acercó una vez, pero solo eso, no me ha molestado más te lo prometo.
Su respiración seguía agitada, me puse de pie y tome su rostro en mis manos.
— Calma, no pasa nada.
El se soltó y giro, me pareció que vio algo, pero no lo pude desifrar porque se giró nuevamente hacia mi y me beso con intensidad, como nunca antes diría yo, como si no era suficiente tanta cercanía me tomo por la cintura acercándome más a él, yo lleve mis manos a su cabeza y sumergi mis dedos en su cabello, el se gira levemente y deja mi boca para bajar a mi cuello, yo permito que lo haga y en un punto de sus besos abrí los ojos y vi hacia el bosque, lo ví, nos estaba viendo, y si no lo conociera diría que tenía el corazón en pedazos.
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Alicia, Amor Y Obsesión ★las Cosas No Siempre Son Lo Que Parecen★
Random- Existe una delgada línea que divide al amor de la obsesion, no todos logran saber cuál es, ni tampoco cuando la cruzan. - Alicia una madre joven se va lejos para huir del pasado pero este regresa a ella para cambiar su vida nuevamente.