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˚₊‧꒰ა Dos ໒꒱ ‧₊˚
Serim se dejo caer en su asiento, estaba tan avergonzada por lo sucedido que escondió su sonrojado rostro entre sus manos.
Después de que soltara aquel cortante comentario noto como los ojos brillantes de Lee se apagaban poco a poco. La joven se sintió culpable, no quiso decirlo de esa manera pero su lado más hostil siempre florecía con él.
- ¡Tonto Chanyoung! - exclamó para si misma.
Los recuerdos de hace unos minutos se reproducieron en su cabeza como si de una película se tratase. Chayoung cerca de ella, sus grandes ojos observando con curiosidad uno de los accesorios de su bolso y la forma tan tierna de reaccionar ante ello.
Frustrada sacudió su larga cabellera.
Kim Jiah y Hong Seunghan, sus mejores amigos, la miraban con diversión mientrasacomadaban sus pertenencias.
- Park Serim, detente o lo vas a perforar con la mirada. - bromeó Seunghan.
Lo que decía era cierto, los ojos de Park estaban fijos en una persona en particular.
Se sentía estúpida otra vez, mientras ella sobrepensaba todo lo ocurrido pareciera que él ya lo había olvidado.
- Míralo, siendo tan lindo y agradable con todos. - murmuró entre dientes - ¡Es tan molesto! - exclamó mientras lo observaba hablar alegremente con su grupo de amigos.
- Estoy de acuerdo con Serim-ah. - expreso su amigo - De hecho, me desagrada cualquiera que sea más lindo que yo.
- Lindos mis pies. - mascullo Park para luego golpearlo ligeramente en el hombro.
- Quisiera comprender tu resentimiento sin sentido hacia Lee - habló Jiah. - Pero no lo consigo.
La pelinegra soltó una pequeña carcajada sarcástica y cuestionó a su amiga. - ¿Acaso hablamos del mismo sujeto?
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- ¿Estas segura de no ir con nosotras? - pregunto por segunda vez Jiah mientras entraba al auto de su madre.
- Sí, no te preocupes. - respondió Serim acercándose a la ventanilla del copiloto - Tomare el autobús de todos modos.
Kim asintió - Lámame cuando llegues a casa, de acuerdo.
La joven le regalo una sonrisa de boca cerrada y se despidió de ellas. Cuando por fin se encontró sola camino a paso acelerado a la parada de autobús.
Maldijo por lo bajo cuando lo vio alejarse.
Con la respiración agitada y un poco despeinada logró llegar al lugar, ahora vacío. Acomodó su bolso sobre su hombro y arregló su larga cabellera. Al alzar la vista notó como el cielo se tornó oscuro, anunciando que la lluvia estaba próxima a caer.
Al parecer el universo se había puesto de acuerdo para jugarle una mala pasada.
Bufó.
Las gotas no tardaron en llegar y Serim trató de cubrirse con sus pequeñas manos pero fue en vano porque su uniforme ya estaba mojado.
Sin que se diera cuenta alguien se acercó y sujetó un paraguas sobre su cabeza. Al percatarse de ello, giró atrás.
El joven Lee era su salvador.
- Serim, que bueno verte por aquí. - saludo amablememte.
"Tonto Chanyoung, no me es suficiente verte en la escuela si no que ahora aquí también."
El pelinegro se quito su chaqueta y se la ofreció - Úsala, por favor. - le dijo preocupado viendo como temblaba de frío.
Tanta cordialidad la estaba sacando de quicio.
- ¡Oh, no! No quiero molestar.
- No es ninguna molestia, quiero cuidarte.
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