Jamás habría imaginado que después de verse envuelta en un enfrentamiento de piratas acabaría despertando en una habitación junto al temido espadachín 'Ojos de Halcón' Mihawk. Mucho menos que al pasar tiempo juntos en esa isla los sentimientos comen...
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Al ser correspondidos sus sentimientos Aisha decidió quedarse a vivir formalmente con Mihawk e iniciar una vida juntos como una pareja, bien sabían y tenían asumido que los comentarios respecto a su relación serían constantes y en muchas ocasiones no serían buenos, pero a ambos no les importaba, no cuando se tenían el uno al otro.
Habían decidido cambiar su lugar de residencia, les gustaba la isla Kuraigana aunque estaba muy alejada de todo y no había forma de conseguir los insumos básicos, por lo que Mihawk se encargó de buscar el lugar adecuado para el y su forma de vida pero que también se adecuara a las necesidades de su novia.
Amaba llamarla de esa forma "su novia".
No podía negar que en varias ocasiones, en bares a su alrededor podía oír como la gente hablaba de su relación con Aisha de forma despectiva como si fuera algo malo y del mismo modo en más de una ocasión terminó amenazando a personas de muerte si volvían a mencionar el nombre de su novia y la palabra "interesada" en una misma oración.
Eso decían de la rubia, que siendo tan joven se había involucrado con el por interés, por su título y lo que poseía, pero Mihawk sabía que eso no era así.
Mientras Aisha seguía practicando con la katana Mihawk se encargó de adecuar la casa que había encontrado para sus necesidades, tenía una gran cocina, dos habitaciones en el segundo piso con balcón, una en el primer piso, un jardín y una amplia sala de estar donde podrían pasar el rato y disfrutar de momentos de calidad juntos.
A los tres meses Aisha ya era toda una profesional con la espada al igual que Mihawk, trabajando codo a codo no había lugar donde estuviera uno sin el otro sin embargo Aisha no trabajaba para los de la Marina ni para los piratas, ella estaba ahí para acompañar a su novio y ayudarle en su trabajo.
De igual forma no había rincón en el mar donde no se supiera de la novia de Dracule Mihawk, una increíble mujer espadachín, que había ocupado el lugar que muchas otras mujeres quisieron llenar pero sin suerte alguna.
Aisha de Mihawk, suena muy bien -pensó el peli negro con una pequeña sonrisa en el rostro leyendo un artículo que hablaba sobre ellos en el periódico local
Eran renombrados como una dupla explosiva, desde el último enfrentamiento que habían tenido en los periódicos y medios locales no hacían más que hablar de la rubia que acompañaba al gran espadachín Dracule Mihawk, la mencionaban como un rayo debido a su velocidad y precisión.
La Marina ansiaba ponerle un precio a su cabeza, pero no se podían arriesgar a perder a uno de sus mayores aliados pues sabían muy bien que si le hacían algo a la rubia Mihawk podría acabar perfectamente con toda una base de la marina en segundos.
Era un riesgo que no estaban dispuestos a correr.
— Buen día -dijo la rubia depositando un corto beso en la mejilla del peli negro
