Ep8 Cuidados

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Se sentía agotado. El calor de la chimenea al lado de su sillón favorito lo mantenía tranquilo y sereno. Todo debió ser un mal sueño y en ese mismo instante debía haberse quedado dormido en aquel sillón antiguo

Sin embargo, su tranquilidad se desvaneció al sentir un ardor considerable en su pecho sujetando con algo de fuerza lo que fuera que lo haya tocado

Al instante en que apretó su agarre, un insulto en alto llamó su atención reconociendo la voz que gritó de dolor

Abrió los ojos desconcertado viendo al hombre fornido de cabellos oscuros y ojos como gemas estar frente a él con ropa algo vieja y desgastada, arremangado y con su brazo izquierdo sobre su pecho sosteniendo una tela con alcohol

La fuerza disminuyó pero el intento de soltarse del hombre seguía candente viendo su expresión la cual mantenía su entrecejo fruncido mostrando un poco los dientes como si aguantara gritar

V: Joder- Sueltame duele! — reclamó sin mirar a los ojos a la bestia

F: I'm sorry! I'm really sorry!

Lo soltó y fue ahí que entendió la razón de sus quejas

Su antebrazo estaba vendado por gazas algo estiradas y manchadas de sangre que brotaba de nuevo debido a la fuerza que ejerció sobre la herida

Vegetta retuvo su brazo herido sobre su pecho unos segundos con los ojos cerrados tratando de concentrarse y disminuir la sensación de desangrado

En medio de su meditación, Foolish soltó el amarre de las gazas para ver la herida sintiéndose mal consigo mismo por darse cuenta del daño

Recordaba haber tirado fuertemente del lobo que sujetó a Vegetta, lo había hecho por su seguridad sin pensar en lo aferrado que el animal podía encontrarse a su piel

Casi la mitad de su antebrazo estaba ensangrentada y con la piel desprendida, tenía leves agujeros de los cuales brotaba la sangre y su carne muscular estaba irritada por el roce de unas gazas guardadas y sin desinfectar

Vegetta tardó en darse cuenta de que su brazo había sido descubierto y sólo se percató al sentir una mano grande sostenerlo desde la cintura acercandolo a la bestia

V: Qué crees que haces?! — recriminó aún más molesto de lo que parecía antes

F: [Déjame reparar mi error, no te haré daño] — intentó explicar tomando con delicadeza la mano del humano

V — estaba harto del comportamiento impulsivo de la bestia, pero había una sensación de culpa que hería su ego y por consecuencia dejaba de ser tan terco — Como quieras

Vegetta evitó mirar, volteando a ver el carrito de comidas que tenía los elementos de enfermería que había estado usando para curar las heridas de la bestia

Una sensación fría lo hizo retraer un poco el brazo afectado, aunque su intención fue interrumpida por estar sujetado desde el codo por la bestia que se encontraba lamiendo su herida

Era la escena que menos esperaba ver, realmente era una bestia? Debía serlo por su comportamiento un tanto animal

Con mucho cuidado, la bestia había empezado a lamer la herida, tanto los alrededores como la zona principal por donde aún quedaban marcas de los colmillos incrustados

V: Se puede saber qué intentas con esto? — estaba nervioso sin saber qué hacer aparte de mirar con confusión

F: [Mi saliva sirve como cicatrizante. Se curará más rápido] — habló telepaticamente sin mirarlo antes de seguir lamiendo con calma

Fueron minutos en completo silencio en los que la actitud de ambos fue cambiando rápidamente

El humano nunca había sido tratado de esa forma por un animal, mucho menos un soldado, siempre se habia ocupado él mismo de sus heridas sin depender de alguien siendo así que el comportamiento de la bestia le era peculiar y extraña

El Guapo y la Bestia | FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora