Mommy.(Drarry./.Omegaverse.)

Capítulo 5: Proteger

Un mes después de aquella cita, y Harry se sentía en la nubes. Había tenido unas cuantas citas más con el alfa, a veces se llegaba a quedar incluso en su casa, dormía en la misma cama que él y se despertaba a su lado.

Si pudiera flotar de la felicidad ya estaría en la luna, todos en la guardería ya sabían que él estaba saliendo con el papá de Scorpius y la verdad se alegraban por él, y por el pequeño, ya que entendía lo esencial que era una madre para él.

Más bien, estaban un poco orgullosos de él, pues se había encariñado mucho con el pequeño y lo amaba como propio, no muchos omegas podían hacer eso, la mayoría querían sus propias cachorros, no de otro Omega.

Pero quizás se debió al hecho de que Scorpius estaba lavando, es decir, no tenía ningún aroma de Omega y estaba necesitado y él también lo estaba, lo más que quería era tener cachorros y un alfa, ser amado y amar.

No sabe si fue un ángel quien escuchó su deseo y envío a dos personas para que fuese cumplido. Una alfa necesitando ayuda y amor, y un pequeño necesitado de atención y cuidados.

Harry estaba más que dispuesto a dárselos , tenía mucho amor para los tres. Su Dray era un alfa atento, quizás aprendió eso por tener que  hacerse cargo de un pequeño él solo, pues los cachorros necesitaban de mucha atención.

Le gustaba mucho eso, no, le encantaba ver su celular y encontrar pequeños mensajes de Draco, le respondía cuando podía, pues tampoco descuidaba a los cachorros, antes muerto que eso.

El ojiverde quería dar otro paso, mudarse con el alfa, así podría estar a tiempo completo con el pequeño Scorpius, pero no sabía si era muy pronto para hacer algo como eso, podría ser un intruso en el territorio del rubio, sin embargo, ya había estado varias veces en la casa del alfa, y en su cama, éste no mostró ningún signo de molestia.

Ansioso, nervioso e inseguro, esos eran sus defectos, tenía que lidiar constantemente con ellos, pero hacia lo mejor que podía para enfrentarlos, aún cuando las cosas parecían en su contra.

Siempre estaba allí con una sonrisa tratando de ver el lado positivo de las cosas. Nunca se arrepentiría de trabajar en esa guardería y estar a cargo del cachorro, menos de querer ser su madre.

Un día en particular, estaba en su trabajo en la guardería, Scorpius jugaba en el suelo con algunos peluches, eran las cuatro y media, los padres iban llegando poco a poco por los pequeños.

Todo iba bien, hasta que vió llegar a un señor mayor, su cabello castaño lacio y tenía los ojos rojos azules.
No le dió buena espina.

—Buenas tardes señor, ¿Puedo ayudarle en algo, se perdió?- preguntó cortésmente, tratando de impedir que entrara en el salón a su cuidado, no sabía quién era, no podía dejarlo entrar con los cachorros.

—Vengo por mi nieto.- dijo con simpleza y trató de entrar al salón, pero Harry se atravesó.

—¿Su nieto?, Disculpe señor, pero nadie dijo que vendría, ni siquiera sé quién es usted, no puede entrar, si me da más detalles puedo ayudarle.- lo único que quería era que se fuera, podía sentir la tensión en el aire, incluso algunos de los otros padres le miraban curiosos por la situación.

—Scorpius, ese es el nombre de mi nieto, vengo por él.- el corazón de Harry dió un vuelo, y sus nervios se encendieron como pólvora.

—No puede llevárselo señor, Draco no dijo que usted vendría, él es su padre y no puedo dejarlo salir sin su autorización.- Harry solo quería que él se fuera, Draco le había mencionado que no se llevaba muy bien con la familia de la madre de Scorpius, nunca lo hizo y eso que solo los había visto un par de veces.