Mommy.(Drarry./.Omegaverse.)

Capítulo 7: Sin avisar

Eran las cuatro de la tarde, Harry despedía a los pequeños que se iban con sus padres, le gustaba ver las caritas de alegría cuando sus padres llegaban.

Cuando se fueron todos, el azabache suspiró, ahora le tocaba ordenar un poco el salón antes de irse. El pequeño Scorpius estaba en el suelo pintando con unos crayones, balbuceaba algunas cosas, pero no se le entendía nada.

Su tranquilidad fue interrumpida por su celular, era un mensaje de Draco, sonrió con un ligero sonrojo en sus mejillas y lo abrió.

“¡Potty, cierra la puerta de tu salón y no dejes que entre!”

Eso sinceramente no se lo esperó, escuchó unos pasos venir del pasillo y se asustó un poco pensando en quien sería, tenía que ser alguien malo para que Draco le mandara un mensaje de esa manera.

Dos personas se pararon en el umbral de la puerta, uno tenía el cabello platinado atado en una coleta baja y la otra tenía el cabello castaño con algunos mechones rubios, Harry sintió como su garganta se secó al pasar saliva.

—¿Este es el salón 3-C, en donde se encuentra Scorpius Malfoy?- preguntó amablemente el señor de cabello rubio, el pequeño Scorpius volteó su cabeza en dirección de la persona que dijo su nombre.

—¿Baba?- Scorpius vió a los adultos, le parecían familiares, pero no del todo, lo mejor era ponerse en un lugar seguro, se levantó y caminó hasta las piernas del Omega para esconderse allí.

—Mirala Lucius, es tan tierna y ya camina.- habló la castaña con cariño, Scorpius solo sacó un poco la cabeza de un lado mirándolos, y Harry sonrió algo tenso.

—Disculpen, ¿Me podría decir quiénes son?- preguntó él ojiverde haciéndose una idea de quiénes eran, se agachó un poco para tomar al pequeño en brazos, Scorpius solo se agarró de su delantal y miraba curioso.

—Ah, que maleducados somos, mi nombre es Narcissa Malfoy, y el es Lucius Malfoy.- Harry sintió como su cuerpo se entumecía, estaba al frente de los papás de su alfa, ahora no sabía ni como actuar, no quería dar una mal impresión.

—E-es un gusto conocerlos, soy Harry Potter.- ahora estaba completamente nervioso, incluso su voz había temblado un poco, miró al pequeño Scorpius quien solo se chupaba su dedito pulgar.

—Asi que eres Harry.- la mayor se acercó hasta quedar frente al azabache, quien solo tragó saliva nuevamente.—me alegra que mi dragón haya encontrado a alguien tan bonito como tú.

Harry sintió como su sonrojo cubría su rostro hasta las orejas, sonrió de manera tensa mientras que la mayor le miraba relajada. Unos pasos apresurados se oyeron venir desde el pasillo. Draco apareció, respiraba un poco agitado y estaba algo sudado, miró a los mayores, pero sobre todo, miró mal a la castaño.

—Madre, ¿Que fue lo que te dije?- regañó mientras se acercaba a ellos, la castaña solo bufó arrugando el entrecejo igual que su hijo.

—¡Tú a mí no me mandas Draco, ni siquiera vas a visitarnos ni nada!, Y cuando vengo ¿De que me entero? Tienes Omega y hasta de una demanda te libraste.- Harry solo los miraba discutir, no se insultan, en parte, eran moderados y quizás era porque estaba el pequeño frente a ellos.

Harry miró la sonrisa nerviosa que tenía el hombre de cabellos rubios, no era tanto nerviosa, más bien algo agotada, como si estuviera acostumbrado.

—¿Siempre son así?- preguntó por lo bajo mirando al mayor, éste solo le sonrió y asintió levemente.

—Ya eres parte de la familia, bienvenido a mi mundo.- le contesto el mayor y Harry solo pudo reírse por lo bajo, madre e hijo eran iguales, no había ninguna duda de eso.