¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐑𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Salí de mi habitación junto a Alaya, esta caminaba con algo de dificultad lo cual me hizo reír.
- Pobre Alaya, te pasaste de lanza, Rivers. - habló Osvaldo ayudándola a caminar.
- Wey, estoy toda traumada. Vi a Alaya desnuda. - se quejo Ari fingiendo llorar.
- Eso te pasa por no tocar la puerta, pinche pendeja. - le respondí mirándola mal.
Ví como Osvaldo llevo al sofá a Alaya y la ayudo a sentarse.
- Pero tengo que admitir algo... Alaya esta bien buena. - habló Ari y todos rieron menos yo.
- Eso no da risa, Ari. - hablé en un tono serio.
- La chaneque está molesta porque vieron lo que es suyo. - se burlo Ama y le saque el dedo medio - Yo también te quiero mucho.
[...]
El resto de la mañana me la pasé soportando los comentarios de mis tres queridos amigos. A todos los temas de conversación le añadían lo que pasó entre Alaya y yo, cosa que al parecer, a ella no le molestaba, pero a mi si.
Ari la había visto desnuda y eso era algo que hacía mi sangre hervir.
En fin, pedimos açai para todos, ya que ninguno quería cocinar. La orden llegó y todos nos sentamos en la mesa de la cocina para comer.
Iba a darle un mordisco a una fresa, pero Alaya se acercó a mí y habló.
- Samy, ¿crees que me pueda dar un baño ahora? - me susurro al oído y sonreí levemente.
- Si, puedes ponerte lo que quieras de mi armario y... - acerqué mi rostro a su oreja - Si necesitas ayuda, en confianza me puedes decir.
