Capitulo 2: Las escaleras

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"La curiosidad no mantiene en la constante busqueda de respuestas y soluciones"

Thomas Edison


¿Descansar? No creo que eso este en mis planes por el momento. Más bien quería dedicarme a recorrer hasta el lugar más recóndito de este Instituto y ver que averiguar.

Luego de salir de la oficina de la directora me dirigí a mi habitación la cual era más grande de lo que esperaba, las dos camas eran sencillas y aún así más grandes que la que solía tenía en la casa de acogida. En los armarios perfectamente podrían guardar a tres como yo y seguir sobrando espacio, fuera de esto solo había un escritorio junto a cada cama, los cuales estaban ocupados por un portátil, una lámpara de noche y algunos materiales de papelería.

No pude continuar observando ya que toda mi atención se dirigió a la pequeña terraza. Habría las puertas de vidrio dejando paso al sol que me pego de lleno en el rostro pero la incomodidad fue superada por la increíble vista del lago que estaba junto al colegio el cual me dejó absorta.

Deje mi maleta sobre una de las camas suponiendo que la otra sería ocupada por mi futura compañera de habitación. No me tome la molestia de desempacar por lo que simplemente me dirigí a la salida para ver que podía encontrar.

Durante el recorrido pude visualizar salones en los que seguramente pasaría gran parte del tiempo como la biblioteca y el salón de música pero me detuve en un pasillo el cual culminaba con unas escaleras descendentes que llamaron mi atención.

Corría el riesgo de ser atrapada y expulsada el primer día pero no le di mucha importancia ya que mi curiosidad era mayor que mi sentido común en ese instante, baje las escaleras cuidadosamente pues estaba muy oscuro, al final de estas se encontraba una puerta la cual intente abrir pero estaba cerrada con llave. En ese instante me paralice ya que empece a escuchar pasos hacia la escalera.

- ¿Hay alguien ahí?

La voz era de un hombre, o más bien de un joven. Intente ocultarme entre la oscuridad pero por muy oscuro que estuviese había que estar muy ciego para no verme.

- ¿Hay alguien ahí abajo?

La pregunta se repitió pero esta ves con más eco porque había bajado algunos escalones más. No podía esconderme en ningún lado y tampoco subir pues me lo terminaría topando en las escaleras. Entonces lo ví bajar el último escalón.

No estaba muy alejada de la realidad pues el aparentaba tener más o menos mi edad, quizás un poco mayor. Solo pude discernir su cabello negro el cual llegaba hasta su cuello y alguna que otra facción de su rostro.

- ¿Qué haces aquí? ¿Eres una estudiante?

- Yo...

Trate de pensar alguna escusa sensata para justificarme pero lo único que se me ocurrió fue...

- Es mi primer día de clases y me he perdido...

Si muy sensata tu escusa, suena igual que la que usaría una niña de 14 años escondida en el baño para saltarse las clases cuando es descubierta por la profesora.

Gracias querido subconsciente por recordarmelo.

Pude notar que me observo tratando de captar algún rasgo de mi físico sin mucho éxito aparentemente. Otros pasos de escucharon en el pasillo y no me dio tiempo de reaccionar cuando lo sentí tomarme la mano y tirar de mi para subir los escalones.

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⏰ Última actualización: Oct 20, 2023 ⏰

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La dama de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora