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"El Habitante" fue una idea que empezó a gestarse a mediados del 2015. Con mucha inseguridad del qué podría pensar el lector o lectora. Con el tiempo y con el mismo ejercicio de escritura fui dejando de lado aquello y me dediqué a disfrutar de la escritura. Recién el año 2018 terminé de escribirla y el año pasado comencé el trabajo editorial. Y con la ansiedad pertinente publico para compartir y dialogar. 

3.

"Ante la despreocupación de los distintos gobiernos, la convención de pensadores y científicos optó por tomar las riendas gracias a algunos altruistas adinerados que querían salvar el planeta, así, la convención consiguió fortalecerse. Leandro Quejada y Virginia Stravers fueron los científicos que idearon construir un Búnker, lugar en el que podrían reunirse cien familias y resistir la falta de recursos, ser autosustentables y perdurar como humanidad. Solo una vez fue expuesto en un congreso a nivel público en Norteamérica. Y los rechazaron, tildándolos de charlatanes. Sin embargo, ellos creían en su proyecto de salvar a la humanidad. Decenas de familias morían a diario, animales se extinguían y diariamente desaparecían especies. El Búnker estuvo a disposición 3 años después de que comenzaran las actividades de construcción. 50 kilómetros cuadrados, 60 habitaciones, 20 invernaderos, toneladas de comida, seis mil litros de agua. El Búnker, ubicado en lo que quedaba del Amazonas, se emplazaba cerca de dos arroyos de agua pura y cristalina, ya que la contaminación todavía no arrasaba la totalidad de la Amazonía. Había profesionales que estudiaban las facultades del agua, además, habían plantas fitodepuradoras o purificadoras y recolectores de aguas lluvias, reciclaje de aguas grises y aprovechamiento de aguas negras, todo pensado para que el agua, elemento básico, no fuera un problema. Pensaron en todo para sobrevivir, sabían que sería difícil, pero estaban dispuestos y esperaban el final de la humanidad con esperanza. Al igual que en nuestro País, la energía era entregada por paneles solares y molinos eólicos". Todo enmarcado en la misma idea de preservar y volverse auto sustentables, evitando generar grandes cambios al entorno natural.

"Una vez que las guerras y la contaminación habían mermado un porcentaje cercano al 10% de la población, la Pandemia llegó para finiquitar el trabajo hecho por el hombre. Fue la guinda que coronó años de utilización de recursos naturales, falta de diálogo, abuso, individualismo consumista y la pérdida absoluta del respeto por la vida. La Pandemia fue vertiginosa, no perdonó a nadie y comenzó con los más pequeños: se veían muertos a niños y bebés en las ciudades. Primero, aparecían manchas rojas en la piel. Lo llamaban "la espora", es decir, una sustancia que venía en el aire. Apenas ingresaba al cuerpo, esta toxina se adosaba a la sangre y en dos o tres días la muerte estaba asegurada. Los niños al ser más pequeños, fueron los primeros en morir. Los siguieron los ancianos. A los pocos meses, la población se redujo a la mitad. La mortalidad fue avasalladora, no solo atacaba a quiénes compartían lugares con quienes estaban contagiados, sino que, además, cuando el invierno azotó a Europa, el agua se fue contaminando por la espora en el aire, en la orina de los contagiados o de los muertos que adornaban las calles de las ciudades más populosas. La lluvia se contaminó y se esparció"

"Muchos tomaron barcos en busca de América, donde creían que había agua limpia. En tanto, en el Búnker, la gente convencida de que lograría sobrevivir, comenzaban a vivir sus primeras experiencias encerrados. Cada semana llegaban solicitudes pidiendo auxilio y buscando refugio, tal vez sin la enfermedad, pero el Búnker ya estaba cerrado. Nadie más entraba, nadie más salía. El aviso se había hecho hace cincuenta años, luego de eso ya no había puerta para ningún otro ser".

"Los barcos desde Europa u Oceanía recalaban cada vez más seguido en los puertos americanos. Si bien muchos de los barcos traían más muertos que vivos, fue lo mínimo que se necesitó para enfermar este sector del planeta. Dentro de las decenas de personas que sobrevivieron a la peor catástrofe provocada por el hombre, se encontró un grupo que supo complementarse, sobrevivir y pensar el futuro".

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