PREFACIO

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- ¡Es mi perro! Devuélveme a mi mascota - grité furioso y con poca paciencia

- ¡No eres su dueño, es mi mascota y no te lo voy a dar! - gritó aún más fuerte la pecosa

- Me agotaste la paciencia, tendré que llamar a la policía y denunciarte por robarme a Dylan - dije cansado ya de discutir

3 semanas después...

UNIDOS POR DYLANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora