Un Mal Día

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Dolor, era lo único que sentía el Midoriya más joven inmediatamente después de despertar.

Le dolía todo su cuerpo pero la área más afectada era su cabeza, apenas y pudo levantarse de su cama, lamentablemente cayó al tropezarse con una tela grande.

Golpeando su nariz contra el suelo de madera Izuku gruñó de dolor mientras pequeñas lágrimas por el dolor empezaban a formarse en sus ojos.

Levantándose a los segundos el pecoso observó debajo suya a la vez que con su mano izquierda agarraba un pedazo de papel al lado de su mesita de noche.

-¿Eh?, ¿Que es esto?-
Curioso el hijo de Inko agarro la tela amarilla, solo para quedar en shock.

Cientos, no, miles de yenes dentro de un maletin perfectamente acomodados fue lo que encontró al quitar la tela, quedando hecho de piedra.

¿Cómo?, era su única pregunta, ¿Como había conseguido esa cantidad de dinero?, o mejor aun, ¿por qué no recordaba haberlo obtenido?, todas sus dudas se vieron respondidas al girar su mirada hacia el borde de su cama, encontrándose con una bella corona con tres rubys pegados en ella.

Gélido, así se sintió su cuerpo mientras caía al suelo de rodillas a la vez que una gran parte de los sucesos del día anterior después de que le pusieran esa corona llegarán a él.

Los hombres que habia congelado, el desastre que causó en una gran parte de la ciudad, el como había robado ese dinero mientras Inconscientemente se dirigía a su hogar solo diciendo una frase "El poder de congelar", en esa unica parte recordaba solo del hombre su máscara de ave y el como llego al fin a casa por medio de la ventana, cayendo en el mundo de los sueños después de tocar su cama.

No sabía cómo sentirse, primero gracias a esa corona había obtenido poderes sobre el hielo, lo sabía perfectamente porque algo al verla se lo decía, después posiblemente había tomado la vida de tres personas, también causó caos por su locura y finalmente había ido por el camino que se había negado rotundamente a tomar, el robo.

Muchas emociones a la vez llegaban a él, ocasionando sin fin de expresiones pero también un gran estrés, su cuerpo tomo la mejor respuesta a ello.....
Se desmayo.
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......

De nuevo despertando por segunda vez en el día Izuku esta vez se levantó deprisa mientras tomaba el maletin para cerrarlo.

-¡¿Que debo hacer?!, ¡este dinero no es mio, lo robe, y lo peor es que fue a un Yakuza!-
Refiriéndose como yakuza al tipo de la máscara de ave al recordar como el trío de ayer también llevaban la misma máscara Izuku empezó a entrar en cólera hasta que su mirada se encontró con una foto.

Una peliverde delgada cargaba con un gran sonrisa a un pequeño pecoso con una piyama de All Might.

Recuerdos alegres qué ahora eran agridulces llegaban a él mientras presionaba más fuerte el maletin contra su pecho.

Recordaba con tristeza y felicidad como en su cumpleaños número 10 su madre había organizado una fiesta pero nadie había ido, se sintió destrozado al ni siquiera ver a su único "amigo", pero para su buena suerte tenía a la mejor madre de todas, para hacerle olvidar ese disgusto ella lo había llevado a un parque de diversiones con la temática de All Might, aun cuando había gastado mucho dinero en su fiesta gasto más solo para alegrarlo, siempre se esforzó por el, y el nunca supo apresiarla como en verdad se lo merecía.

-Lo siento, lo siento, lo siento, si tan solo hubiera ido yo por las compras ese día, si no me hubiera negado por mi estúpido berrinche....
¡SI NO FUERA UN ESTÚPIDO DEKU!

Izuku: La corona qué me da todo (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora