You Remember Me?... [Luckae]

002

Please do not leave me....

Kaeya se había quedado en shock cuando vio como Diluc luchaba solo contra un ejército de magos del abismo, estaba bastante herido y aún así seguía peleando, pero algo hizo que saliera de su shock. Un mago había golpeado a Diluc y este no se levantaba, se sentía asustado pero tenía que ayudarlo así que fue a luchar contra los magos pero estos desaparecieron como si su único objetivo fuese Diluc.

— Diluc, responde, estoy aquí, por favor quédate conmigo -en cuanto los magos se fueron se acerco a Diluc y lo reviso con cuidado de no herirlo más.

Diluc tenia su adomen completamente herido, la sangre no dejaba de salir y noto que también tenía heridas en las piernas que igualmente no dejaban de sangrar. Tenía que evitar en sangrado pero no podía aplicar presión en dos lugares distintos, tenia que cerrar una de las dos heridas.

— Luc, quédate conmigo, voy a curarte -rápidamente saco el encendedor se su mochila y miro su espada con una mirada triste..

Estrelló su espada contra una roca y esta se rompió dejando el pedazo de metal que necesitaba para hacer esto.
Tomo el encendedor y comenzó a quemar la pieza de metal.

— Okey Luc, esto va a doler, así que si despiertas no me mates...

Puso la pieza caliente sobre la herida más grande del adomen, con esto logró un proceso llamado "cauterizar" en el cual se utiliza cosas calientes para detener el sangrando de heridas. (El método que utilizo Kaeya no es muy recomendable, si necesitas detener el sangrando de una herida es mejor aplicar presión hasta que la sangre se coágule)

Con esto logro cerrar la herida del adomen y así poder enfocarse en la de las piernas, decidió que era mejor hacer lo mismo con estas y así poder cargar a Diluc sin el riesgo de que sangrara otra vez.
Tapo a Diluc con el abrigo y comenzó a correr con el en su espalda con la esperanza de cruzarse con Albedo o algun caballero. Para su fortuna si se encontró con Albedo y este no dudo en darles un caballo para que pudieran llegar más rápido a Mondstadt.

Al llegar a la iglesia abrió la puerta de golpe, estaba apunto de ser regañado por Rosaria pero al ver la situación todas las monjas llamaron a Barbara la cual llegó lo más rápido que pudo a atender a Diluc.
Pasaron 2 horas, Kaeya estaba temblando sentado en una banca afuera de la habitación donde estaba Barbara curando a Diluc, su temblor incrementaba más cuando Barbara grito que necesitaba más apoyo.
Su cuerpo temblaba sin parar, sentía escalofríos por todo su cuerpo, poco a poco sintió que le faltaba el aire, comenzó a llorar desesperadamente y eso empeoró su respiración, sus pulmones parecían no querer funcionar, sentía como si se ahogara en un lago sin fondo. Estaba caído en la desesperación pero de pronto sintió una mano en su hombro.