꧁||𝐋𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫 𝐚 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐉𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬||𝐌𝐢𝐤𝐞.𝐞𝐱𝐞𝐱𝐓/𝐧||꧂

Cᴀᴘ.12...ᴜɴ ᴅᴇꜱᴛɪɴᴏ ᴅɪꜰᴇʀᴇɴᴛᴇ...

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...FIN DEL FLASHBACK...

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—No te preocupes, Trollino, en realidad casi no recordaba nada de lo sucedido —dice, bajando la mirada, avergonzada—. De cualquier manera, sé que lo hiciste por el bienestar del reino y de la alianza... Yo solo pensaba en mí...

—Aún así, me pesa no habértelo consultado antes.

—Como decía mamá: "el pasado es pasado y no se puede cambiar" —lo mira de reojo—. Pero... hay algo que quisiera pedirte, Trolli.

—Claro, ¿qué necesitas? —pregunta él, curioso.

—Quiero saber... ¿cuál fue la condición que decidieron para hacer este matrimonio justo?

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...ACTUALMENTE...

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ₚₒᵥ: ₜ/ₙ

La condición me dejó completamente desconcertada. ¡Tenía que enamorarme de alguien para salir de este compromiso! ¿Cómo lograría algo así en tan poco tiempo? Solo me quedaban unos meses antes de cumplir la edad acordada para el matrimonio. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Cómo manejaría esta situación?

No permitiría que alguien me atrapara con engaños. Y mucho menos que el rey híbrido pudiera manipular a Trolli. No tenía sentido que no nos hubieran informado del acuerdo, ni a mí ni a Mike. Algo no cuadraba. Era todo muy sospechoso.

Sumida en mis pensamientos, apenas me di cuenta de que ya había llegado frente a la puerta del taller de pociones de Mayo. ¡¿En qué momento había llegado hasta aquí?!

De repente, la puerta se abrió de golpe, y Mayo salió corriendo, tropezándose con su propia capucha. Un denso humo negro se escapaba por debajo de la puerta.

—¡Cof, cof! —Mayo tosió, cubriéndose la boca.

—¡Mayo, ¿estás bien?! —corrí hacia él y le ofrecí mi mano para ayudarle a levantarse.

—No te preocupes, no es nada grave, solo un poco de humo —dijo, tomando mi mano y poniéndose de pie.

—¡Menos mal! Por cómo saliste pensé que era algo mucho peor —reí, aliviada, pero todavía nerviosa.

—Gracias por preocuparte —dijo mientras se sacudía la capucha—. ¿Y qué te trae por aquí?

—Ah... yo... bueno, estaba caminando y me perdí en mis pensamientos... —dije, entrelazando los dedos con un gesto de vergüenza.

—Te entiendo, a mí me pasa todo el tiempo —sonrió levemente.

De pronto, se me ocurrió algo: ¿y si le pedía a Mayo que me enseñara alquimia o hechicería? Tal vez eso podría ayudarme con Exe. ¿Qué era lo peor que podría pasar?

—Mayo, ¿podrías hacerme un favor?

—¡Por supuesto! ¿Qué necesitas?

—Me preguntaba si podrías enseñarme algo de alquimia... o hechicería.

—¡Oh! Claro, podría enseñarte algunas cosas si realmente lo deseas.

—¡Gracias, Mayo! —le sonreí, aliviada.

—No hay de qué, es un placer para mí compartir mis conocimientos. Pero... no quiero apresurarte, creo que hoy tienes un día bastante ocupado, ¿no?