4

1 0 0
                                    


Adonis estaba en las nubes. Es el segundo día en la gasolinera, terminó de acomodar las bebidas silbando la canción que sonaba en los parlantes. Tal vez sería su último día ahí, la conversación con Spike le ha traído tranquilidad, trabajar con el gobierno -mejor aún, con los Autobots - significaba que tendría acceso a las becas completas, el trabajo que siempre quiso desde niño como ingeniero espacial y poder viajar a las estrellas. Algunos astronautas empezaron a hacer viajes diplomáticos acompañados de Autobots. El castillo en la nube comenzaba a tomar forma, dejaría de ser etéreo para ser sólido como una roca. Mañana llamaría a su papá y le diría con orgullo que encontró un trabajo en una oficina del gobierno. Luego iría al asilo de ancianos donde sus abuelos estaban y les diría la noticia, en unos meses se lo diría a una nada discreta tía Gertrude y que ella se encargue de hacérselo saber a su madre, tal vez hasta esa zorra de Marisol sepa que no pudo destruir al bueno de Adonis.

Reía en sus adentros, podría cuidar de las 3 personas más importantes para él y darle una lección de humildad a los prepotentes que han pasado sobre él como si fuera un tapete. Los snacks estaban en los estantes, las bebidas en los refrigeradores colocadas en filas perfectas y el local nunca antes estuvo más limpio. Su sonrisa al atender a sus clientes era desconcertante, ellos estaban acostumbrados a ver el gesto forzado y sentir un aura de autocompasión y pesimismo en los empleados de ésta gasolinera, en cambio Adonis estaba realmente feliz.
Llegaba a su fin su turno y miraba al exterior buscando el sonido tan familiar de los Autobots,

se despidió de su compañero y tomando su mochila echó a correr hacia él.

- Hola Bumblebee.

- Hola Adonis ¿Listo?

- Oh sí. Supongo.

Bumblebee abrió la puerta y Adonis entró acomodando sus piernas en el interior. El Autobot arrancó y salió a la carretera, en su radio sonaba una emisora con un programa de noticias. Ambos iban en un silencio absoluto mirando otros vehículos a su lado.
- ¿Cómo les ha ido? Escuché lo de la minería.

- Yo no fui a esa misión. Sip. Ironhide no estaba de buenas en el hospital. Soundwave suele ser un salvaje y en la pelea le arrancó el brazo.

- Waow. Pero va a estar bien¿Verdad?

- Nada que Ratchet no pueda arreglar. Una soldadura y listo para la revancha.

Adonis recordó que son robots, si pierden una pierna solo tienen que soldar una nueva y problema resuelto. En parte era algo deprimente, si un soldado humano pasaba por un traumatismo parecido podía volver a casa, rehabilitarse y terminar con su tiempo en el ejército. En cambio los cibertronianos no tienen ese beneficio, si o si deben luchar hasta ser desactivados.

- ¿Cuántas veces has perdido una pierna o un brazo en batalla?

Bumblebee parecía dudar ante la pregunta. Soltó un largo gruñido y le dijo: Más de las que te imaginas. Perdí mi módulo de voz cuando Megatron me lo arrancó y lo usó de collar por eones solo para atormentar a mis compañeros. Ratchet y Wheeljack me hicieron uno nuevo. Ésta voz que escuchas no es la original.

Adonis recordó la película de un soldado perturbado con un collar de orejas. Se imaginó en alguna ciudad en ruinas, sin luz alguna más que la de la luna, corriendo con un tipo atrás suyo vistiendo ropa confeccionada con piel humana. No era muy diferente a lo vivieron ellos en Cibertron, la guerra y aún más una tan prolongada debe hacer mella en la mente más fuerte.

- Que turbio es ese de Megatron.

- Tú crees? También conozco a muchos Autobots igual de perturbados.

— obvio. Obvio. Las guerras hacen que dejes de vivir tu vida y solo quieras sobrevivir un día más.

—¿Alguna vez has estado en medio de una guerra?

Adonis negó cuando pararon frente al semáforo en rojo. Varios recuerdos llegaron a su mente sin sentido alguno.

— Las familias pueden ser como los barcos y juntos pueden llevar un buen rumbo a pesar del clima. Y hay otras familias que se empeñan en hacer de tu vida un estado de guerra. Mi familia estaba rota. Papá tomó malas decisiones. Mamá buscaba en otros brazos el cariño que no encontró en los míos. Mis abuelos no fueron muy amorosos. Lo siento amigo mío supongo que esto debe ser aburrido.

Bumblebee aceleró al darse cuenta de lo cerca que estaban del laboratorio.
— Me parece interesante. Las familias son bastante complejas. Nosotros no tenemos padres. Solo nos construyen y nos asignan una tarea.

—¿No escogen sus carreras?

— nop. No me vas a creer esto pero Optimus era un trabajador de aduanas. A mí me construyeron para limpiar alcantarillas. Creo que los únicos Autobots que trabajan en lo que se les designó es Ratchet y Wheeljack.

— ¿Que pasaría si no quieren trabajar en eso? Osea música en vez de ingeniería.

— Eso era malo. Nada peor que hacer algo diferente a tu programación y que el Senado se de cuenta. Si se les llevaba la contraria podían sentenciar a cualquiera sin un juicio y muchos cibertronianos desaparecieron. Todos sabemos que fueron ellos. El castigo máximo que daban era el empurata lo que hizo imposible identificar a sus víctimas.
Daban un cuerpo genérico sin rostro y ni siquiera  permitían conservar las manos. Casi nadie podía sobrevivir a la pérdida de energon del proceso o la chispa rechazaba el nuevo cuerpo

¡Ni siquiera podían escoger como ganarse la vida! Con razón la guerra estalló con semejante dictadura, el problema es que a la fecha no han terminado de pelear y hablamos de millones de años. Cuando Adonis se dio cuenta ya estaban en las puertas del laboratorio Spike y Chip lo esperaban en la entrada, el científico estaba en su silla de ruedas con su bata blanca y algunos documentos que leía con atención. Bumblebee abrió la puerta y Adonis bajó apretando contra su cuerpo el sobre amarillo con su currículum. Se imaginó usando la misma bata en unos años y tal vez viajando por el universo en alguna misión científica. Le extendió la mano a Chip quien no dudó en aceptarla.

Bumblebee se despidió de ellos no sin antes sentir lástima por Adonis. De verdad le caía bien el muchacho.

Paciente HorizonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora