1-Mi amor por ti

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11:30.a.m—Lunes.

Un enorme pais de bandera tricolor se estaba empezando a levantar, abriendo lentamente los ojos logrando enfocar su vista por completo, se volteo haciendo que quede mirando boca arriba mirando la foto que se encontraba en aquel techo.

Algo que le provocó que sacara una sonrisa, se acomodó en la cama para sentarse y lograr ver mejor el bulto en su entrepierna.

—Soñé contigo mi pequeño...—Dijo excitado mirando la foto del ucraniano para luego guiar su mirada a aquel gran bulto—Y tú mismo provocaste esto...otra vez—Otra vez sonrió señalando la erección.

Se paró de la cama para dirigirse al baño y arreglar aquel problema, esa era su rutina, estaba comenzando hacer muy seguida, soñaba con el ucraniano muy seguido, y digamos que esos sueños no eran para nada adorables, aún que desde el punto de vista y el retorcido pensar del ruso, eran imágenes sumamente adorables, por la cara del pequeño bicolor manchado de su semen.

Esas mismas imágenes pasaban por su mente mientras se imaginaba la voz del país gimiendo para el, movía su mano de arriba abajo mordiéndose el labio al sentir que ya casi estaba llegando al orgasmo.

Dio un gruñido acompañado de un gemido al llegar al orgasmo, un pequeño hilo de saliva salía de su boca, la cara del país estaba roja mientras recuperaba el aire.

Su miembro bajó poco a poco dando a entender que ya había acabado con aquella excitación.

—Ahh...Cuanto más tengo que esperar para tenerte conmigo Ucrania...—Decía con voz ronca mientras sostenía una foto del país que estaba en el lavamanos.

El Ruso tenía una loca obsesión con Ucrania, tenía fotos de él por todos los lados, en su cuarto, en el baño, en el pasillo y en la sala tenía fotos de él y el ucraniano juntos cuando eran la unión soviétisa, que en esos tiempos eran más que inseparables, su amistad sigue siendo la misma, según Rusia, solo que ahora Ucrania había establecido amistad con otros países de América, algo que no le gustó mucho a decir verdad.

Rusia se limpió el desastre que había hecho, se cepillo y salió del baño, se había puesto otro bóxer y pantalón, al haber acabado con todo lo que hizo, bajo las escaleras hasta la sala y de la sala a la cocina para prepararse algo que comer.

Antes de comenzar a preparar su desayuno, escuchó su celular sonar por una llamada.

—(Que raro...tengo semanas que nadie me llama, tal vez sea la ONU, que querrá...)—se preguntó irritado en sus adentros, agarrando el celular y contestando la llamada—Halo? Quien me llama?

Rusia! Viejo amigo! Te habla los Estados Unidos De América, como va todo?

AMÉRICA?! Tu otra vez! Sabes bien que no quiero saber de tu maldita existencia! Y NUNCA HEMOS SIDO AMIGOS MALDITA RATA.

Ok, ok lo siento Rusia.

Que quieres Estados Unidos? Dime de una vez—Pregunto desesperado, odiaba hablar con aquel gringo.

Pues quería saber si estabas libre hoy!

PARA?!!—Pregunto fastidiado, el y Estados Unidos nunca se habían llevado bien, desde el momento cuando Ucrania comenzó a hablar con el, Rusia no quiso saber de él más nunca.

Para juntarnos, ya sabes, llevarnos bien! Como en los viejos tiempos Rusia—Dijo el estadounidense animado con la ilusión de que el Ruso acepte.

—Y por que me pides esto de la nada? Que diablos te pico?—Pregunto extrañado, a decir verdad, Estados Unidos le tenía más odio a él que el a Estados Unidos, y esa extraña actitud se le había hecho bastante extraña venir de él.

VIOLENTOMETRO (Rusia x Ucrania)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora