El Legado del Olvido

Olvido

¿A dónde van las historias que quedan grabadas en la memorias de las personas que ya no están con nosotros?. ¿Dónde quedan las esperanzas e ilusiones de los niños que con el paso del tiempo dejan de serlo? Atrás queda la ilusión de la memoria infantil, atrapada en el vacío que dejan los vagos recuerdos de la niñez.

¿A dónde se van todas las experiencias que tardan toda una vida en ser construidas? Voces silenciadas por la soledad; ¿hacia dónde se dirigen los recuerdos que han sido olvidados? ¿Será acaso que todos compartimos un destino en común?. Destinados a ser olvidados, condenados a desaparecer en las interminables líneas del tiempo, vida sin vida, historias sin historias, amores sin amor, todo destinado a morir en las frías manos del olvido. Una vida sin propósito, una vida sin ambición ¿es acaso una vida desperdiciada? una vida apasionada, una vida solitaria, ¿acaso importa la forma como decidimos llevar nuestra vida? si al final todo terminará en un suspiro.

Y todo habrá perdido sentido una vez mi cuerpo deje de funcionar, mi memoria habrá pasado a recuerdos del ayer; mi legado pasará a las historias de mis seres más cercanos, los cuales eventualmente me olvidarán. Y todo aquello por lo cual viví, habrá quedado en el olvido, mi nombre y todas mis historias dejarán de existir, porque no habrá quién recuerde mi legado. Mi huella en el mundo es tan efímera como la vida misma. Vidas que han quedado en el olvido, personas que abandonaron el mundo sin ser recordadas. Existen personas cuyo nombre "siempre" será recordado, pero incluso la palabra "siempre" tiene un final, nada es para siempre, pues con la muerte de una civilización caen todos aquellos ídolos que lograron pasar a la historia. Y todo por lo que en vida lucharon habrá sucumbido a la soledad del olvido, al inevitable paso del tiempo.

Olvidado como el cadáver de un soldado que ha caído en el frente de las líneas enemigas. Nadie se detiene a mirar por aquel ser que se haya agonizante ante la adversidad, porque todos están ocupados en sobrevivir. Olvidado como el niño que se encuentra llorando en medio de la catástrofe; olvidado como aquel habitante de calle cuya familia abandonó, al final el destino siempre será el mismo. El olvido es el destino compartido del ser. ¿Será acaso que nacemos para ser olvidados?. No importa que haga o deje de hacer, el resultado siempre será el mismo, condenados a la absoluta nada, condenados a ser olvidados, condenados a algún día desaparecer ¿no te hace sentir insignificante? Y aun así, nos levantamos cada día con la intención de superar los obstáculos que se atraviesan en el camino, ignorando de forma parcial el paso del tiempo solo para darnos cuenta que sin importar qué hagamos, el tiempo seguirá su curso, porque el tiempo no espera por nadie, y aun así ¿vale la pena luchar?. Todo tiene un final, es algo inevitable, pero la vida no es el destino al cual estamos condenados, sino el camino y las experiencias que con el tiempo acumulamos. Experiencias que forman parte de nuestro ser y aunque estén destinadas a desaparecer, forman parte de quienes somos, forman parte de nuestra vida y del ahora.

Ilusiones y sueños, esperanzas y recuerdos, son el legado de nuestro paso por el tiempo, legado que pasará sin pena ni gloria en los fríos engranajes del tiempo.

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