Señor Potter

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Nota de la autora: Sólo queda uno más después de este. Muchas gracias por su apoyo a esta historia. Ha sido interesante. LLx

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Severus supuso que sería mejor que lo hiciera. Acabar con esto de una vez.

Potter.

Casi no se atrevió, pero la curiosidad pudo más que él. El chico parecía exhausto, hay que decirlo. Dudaba que pudiera aportar algo de interés.

Mirando fijamente al joven, Severus entró en la mente de Harry Potter.

Cansado. Tan cansado. Mis huesos duelen. Como siempre. Quiero dormir y dormir. Por favor, que esto termine.

Todo está por terminar. Hogwarts. Casi terminado. Para siempre esta vez. Lo hice. Aguanté. Tomó algo de convicción. No quería volver a poner un pie en el lugar. No quería volver a ver a ninguno de ellos. ¿Es eso extraño? ¿Está mal? Es como si ya no perteneciera aquí, pero al mismo tiempo este lugar me pertenece enteramente. No creo que alguna vez lo deje realmente.

Dios, ha sido un año extraño... pero supongo que lo necesitaba. Rutina. Expectativa predecible. Incluso Snape.

Severus hizo una mueca. ¿Qué pensaría Potter de él? Después de todo lo que había pasado, no lo culparía si no podía renunciar al resentimiento que albergaba.

Snape. Dios, lo odiaba. Todos esos años. Ya no. No lo odio. ¿Cómo podría? Pero odio haber estado tan equivocado sobre alguien. Pero él era un completo imbécil. Todavía me trató como una mierda este año. Sin embargo, estuvo todo bien en Pociones, aparentemente estuve a la altura del estándar lo suficiente para obtener un Extraordinario. Supongo que algo he hecho bien. Quizás estoy empezando a agradarle un poco. Dicen que mamá era buena en pociones. Puede que se me esté empezando a pegar. A él le gustaría eso, supongo. Dios, me sorprendió. Muy valiente. Más que yo. Más que cualquiera de nosotros.

Severus consideró retirarse. Pero no lo hizo.

Estoy tan cansado. Date prisa, Flitwick. Mira a Hermione, tan alerta como siempre. ¿Seguramente no está escuchando todas estas tonterías?

Y Potter también, como todos ellos, se volvió para centrarse en la señorita Granger. Severus se encontró deseoso de continuar.

Sus ojos brillan. De verdad, brillan, como si de ellos saliera una luz o algo. Es un poco raro. Pero sorprendente. Su inteligencia emana de ella como una energía. Casi puedo sentirla desde aquí.

Severus se llenó de un repentino brillo de deleite: los sentimientos de Harry.

Ella se ve bien. Su cabello es diferente. Es bastante bonita, supongo. De hecho, mucho. No como Ginny. Diferente. Ginny es preciosa y tiene un trasero estupendo. Ginny me da ganas de hacer... todo tipo de cosas. ¿Hermione? No... en realidad no... pero entonces... no. Realmente no. Pero... ella se ve algo... sexy... hoy. Quizás si... Dios, no lo sé. Todas esas malditas noches en la tienda... Intenté con todas mis fuerzas no pensar así. Ella es mi amiga. Ella es mi mejor amiga. No pienso en ella así. En serio. No.

Harry todavía estaba mirando fijamente a Hermione, y luego a su mente y en la de Severus, fueron transportados al interior de una tienda de campaña, grande, adornada, donde vivían.

La sombra moteada de las ramas de los árboles caía sobre el lienzo. Hermione estaba frente a él, sonriendo cálidamente. Y luego se llevó un dedo a los labios como para provocar su silencio y dio pasos firmes hacia él. El tiempo pareció ralentizarse y Severus, a través de Potter, se llenó de la mayor anticipación. Parecía radiante e inmensamente hermosa a través de los ojos de Potter. Ella volvió a sonreír, tan suave y generosa que hizo que sus entrañas saltaran de alegría. Luego, con deliciosa deliberación, rodeó el cuello de Harry con sus brazos y lo atrajo hacia ella. Sus labios se encontraron.

Él lo sintió. Severus sintió el calor y la tierna suavidad de su boca y no pudo soportar dejarla. Debería alejarse, no por disgusto o desinterés, si no por la sensación de que se estaba entrometiendo, de que aquel era un momento para ellos dos. Pero se vio obligado a quedarse.

Fue Harry quien terminó con esto. El flujo mental se detuvo bruscamente cuando dejó a un lado esos pensamientos y se centró nuevamente en Flitwick, quien estaba detallando el gasto excesivo del presupuesto del departamento de Adivinación.

Severus instintivamente miró a Hermione. Ella todavía estaba mirando decididamente hacia adelante, sin ser remotamente consciente de Harry Potter.

Sí, su cabello se veía diferente.

Nota de la autora: ¿Quién podría ser el próximo? ;-)

Nota de la traductora: Harry, al igual que Draco y Luna presenta secuelas de la guerra, y honestamente, alguien puede culparlo? Me da gusto que esta autora tratara el tema y no lo barriera bajo la alfombra como hacen otros autores (hasta Rowling lo hizo en hasta cierto punto). Y bueno, supongo que esto les habrá gustado a los fans de esta pareja, personalmente esos dos me gustan demasiado como amigos y eso nunca me ha permitido shippearlos, sin embargo creo que no están mal. 

Intrusiones de la menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora