one shot descendientes

Beal 3✨💔

- Ben -lo llamo la ex-villana mientras dejaba de mirar el paisaje que se veía enfrente del balcón de su dormitorio y se daba la vuelta- debo ir a la isla de los perdidos y hablar con mi mamá. ¿Me acompañas?

- Claro -aceptó su propuesta él mientras asentía con la cabeza- vistamonos y vayamos ahora mismo.

Un rato después, tal como dijeron, se encontraban en la isla de los perdidos, más precisamente en el castillo de las gangas.

La joven pareja real tocó la puerta, y apenas dos minutos después una mujer, algo más mayor de lo que Mal podía recordar, les abrió.

- Tenías que ser tú y tu estupendo principito -exclamo Maléfica con ironía en su voz al nombrar a Ben- ¿Se puede saber que os trae a aquí?

- Venimos por un asunto del reino que nos tiene preocupados -le contesto él, ya que Mal había quedado en shock al verla- será rápido.

- Si, madre -lo secundo ella cuando logró salir de ese shock- pensé que tal vez tú tendrías algo que ver y quise venir y preguntartelo en persona.

- Pasad -fue lo único que Maléfica les contestó. Y ellos así lo hicieron.

                         (🌹)

- Bien, ¿Que es lo queréis preguntarme? -cuestionó Maléfica mientras los miraba fijamente desde un sillón, el cual estaba en el lado derecho del sofá, un tanto desvencijado.

- Verás, madre -empezó hablando Mal mientras la miraba de igual forma- quiero que seas sincera con lo que te vamos a preguntar, porque un problema en el reino es lo último que necesitamos ahora. Así que...¿tú por casualidad has tenido algo que ver con el desequilibrio entre los distintos reinos de Auradon?

- ¿Y si hubiera sido yo, que sucedería? -preguntó la progenitora de Mal con una sonrisa malvada en el rostro- ¿Me encarcelariais?

- Por supuesto que sí -le contestó Ben con voz seria- una cosa así no se puede tolerar, por lo que el culpable deberá ser castigado de inmediato.

- Mamá...te pido por favor que, si lo has hecho tú, reinviertas el hechizo -suplicó la pelimorada- si no lo quieres hacer por mi, hazlo por tu nieto, hazlo por lo miles de niños y personas inocentes que pueden morir por tu culpa.

-  Ese engrendo que crece en tu vientre jamás será mi nieto -declaró la villana mirando a su hija duramente- Por dios, un bebé que ha sido creado a cambio de que traiciones a tu madre, ¿en que cabeza cabe? Yo te mandé a Auradon para que lo destruyeras, no para que te enamorarás del príncipe, reinarás junto a él y después tuvierais un niño. Traicionaste a tu propia madre, ¿acaso eso no te duele?.

Mal se puso una mano en la barriga al notar como una pequeña punzada de dolor le llegaba, pero por suerte fue pasajera y pudo volver a hablar.

- Pues no, no me duele -le dijo ella, enfadada- porqué allí descubrí que es lo que realmente me hace feliz. Y a mí me hace feliz ser novia de Ben, ser su esposa, me hace feliz reinar junto a él en Auradon y me hace feliz estar a apenas tres meses de conocer al fruto de nuestro amor, y si para lograr todo eso, tengo que traicionar a la mujer que me dio la vida, lo haré. Porque una madre de verdad quiere que sus hijos sean felices y no los utiliza para cumplir los sueños que ella no pudo cumplir cuando era joven. Y tú, madre, no eres ni has sido una buena madre. Así que, al igual que tú no vas a aceptar a nuestro hijo como tú nieto, yo tampoco te tendré como madre de ahora en adelante. ¿Me escuchas? -terminó de explicar Mal con lágrimas en los ojos y mirando duramente a su madre- y ahora, si me disculpas, me voy antes de que pierda al bebé que tanto nos costó tener. Ben, vámonos, por favor.

El ojimiel miró una vez más a Maléfica antes de ir tras su novia y salir de esa casa.

- Ben, o conduces ya mismo al hospital o tu hijo va a nacer prematuramente - le advirtió Mal adolorida, una vez estuvieron dentro del coche, para después quejarse del dolor que sentía.

- Pero sí apenas estás de seis meses, ¿Como que va a nacer ya?

- No lo sé. Pero conduce, o tengo a nuestro niño en el coche. Las contracciones cada vez vienen con más rapidez.

Ben hizo lo que su novia le dijo. Y, minutos después, Mal estaba en la sala de partos, vestida acordé a la situación, con la bata del hospital, y tumbada sobre la cama resoplando y quejándose de dolor cuando una nueva contracción venía.

- Creo que el destino no quiere que seamos padres -comentó Mal  mientras acariciaba la mano de Ben, la cual tenía entrelazada a la suya.

Ben levantó su rostro con uno de sus dedos apoyado en su barbilla.

- No digas eso, mi vida -le dijo él entonces, tratando de animarla- Es cierto que el niño va a nacer mucho antes de lo que todos esperábamos. Pero confía en que todo saldrá bien.

- ¿Que todo salga bien? -le preguntó ella incredula- Voy a tener a tu hijo con tan solo seis meses de gestación. Las posibilidades de que muera nada más nacer son mucho más altas que de las posibilidades de que nazca sano y salvo.

- La medicina está muy avanzada ahora, y te aseguro que no es el primero ni será el último bebé en nacer tres meses antes de lo esperado. Existen las incubadoras, y están los médicos, confía en ellos, ellos salvarán a nuestro niño en caso de peligro.

Mal no le contestó, pues una nueva contracción la había penetrado.

- Llama a una enfermera. Quiero empujar ya.

Y así fue como un par de horas más tarde, el sucesor a la corona cuando ellos decidan descansar de ese cargo, nació.

- Mi niño -dijo Mal mientras lloraba y acariciaba la espalda ensangrentada del bebé, el cual estaba encima de su pecho, haciendo el famoso piel con piel- ¿Lo has visto, mi amor? -preguntó, mirando a Ben y luego a su hijo- ¿Lo has visto? Es nuestro hijo, ya está con nosotros.

- Sí, mi vida. Lo he visto -le respondió Ben, para después darle un beso en su sudorosa frente- y lo has hecho genial. Has sido toda una guerrera.

Mal sonrió y beso los labios de Ben por un breve momento.

- Te amo, Mal -le dijo Ben mientras la miraba a ella y acariciaba suavemente la mejilla del bebé- y también te amo a ti, bebé.

- Nosotros también te amamos, Ben -le correspondió la ex-villana sonriente, no pudiendo apartar ni un segundo la vista de su ahora descendiente.

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Escrito: 21-10-2023

M.D.M