I
Tu voz retumba en mi cabeza
obligándome a escribir la misma
palabra una y otra vez «vuelve».
Pero no podría volver a un lugar
en el que jamás estuve,
porque tu nunca me dejaste entrar en ti.II
Mis manos se han manchado de tinta y, se ha vuelto difícil limpiarla, pero ya he dejado de intentarlo, porque se volvió la única manera, en la que puedo tocarte.III
Los días pasan lentos y rápidos a la vez, cuando escribo no siento el tiempo correr, pero las horas pasan y las páginas también, la tinta se adhiere y tu no estás.IV
No he podido soltarte, y aunque la cuerda que une tu mano con la mía no sea real, con cada palabra que escribo en mi libreta, mi mano izquierda se va abriendo cada vez un poco más.V
Kilómetros y kilómetros de ella, plasmada en papel y a veces en piel. Gasto tanta tinta en ti, que si hubiese hecho una linea recta con ella, superaría la distancia que nos separa a los dos.