Capítulo 20

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"¿En clase de relación crees que estamos?"

Le preguntó conteniendo las lágrimas, Lee Hwan arrugó su ceño con vergüenza.



"Bueno, creo que Kang Haejin y yo tenemos una relación muy unida"

Hwan se acercó, sujetó sus muñecas y le sonrió suavemente, mostrando un rostro reconfortante.



"Haejin se toma todo el procedimiento muy en serio, así que si lo deseas, podemos ir primero con el registro del matrimonio. Haré todo lo que quieras. Sólo da a luz a mi hijo"

Haejin siempre se ha considerado a sí mismo una persona amable y gentil, pero, no podía controlar su enojo. Apartó sus manos y se levantó. Lee Hwan le miró con confusión.



"¡Da a luz a tu propio bebé, maldito loco!"

Le lanzó el ramo de begonias que tenía en la cara. Ignorando la mirada de las personas de alrededor, se dio la vuelta y se fué.

Luego de caminar un largo recorrido, miró hacia atrás. La cafetería parecía pequeña, pero el rostro de Lee Hwan era notable. Lee Hwan sabía que si caminaba más tiempo, se cansaría, sin embargo, no se ofreció a llevarlo.

"Ahora que lo pienso, nada de lo que dijo sonaba a una disculpa"



"Ni siquiera lo entendiste..."

La tristeza llegó tarde, no pudo aguantar las lágrimas, no pudo para de limpiar las lágrimas.

"¡Maldito bastardo!"

Lee Hwan en realidad era un auténtico cabrón. 

"Se reunió conmigo solo para tener sexo. En realidad este hombre tereminó siendo un morboso y calculador"

"Estúpido Haejin"

Se reganó a sí mismo. Cuanto más lo hacía, más hería sus sentimientos.



***



Luego que salió corriendo después de escuchar toda esa mierda en el café, al día siguiente, Hwan lo contactó en repetidas ocasiones, pero Haejin no respondió ninguna. No podía contestar. Porque no sabía qué decirle.

Quería hablar con alguien y obtener asesoramiento, pero no sabía cómo.

" ¿Qué es lo que podría decir? ¿Qué el director ejecutivo de Keystil, Lee Hwan, le pidió que diera a luz a un bebé? De seguro nadie lo creería."



"Yo tampoco puedo creerlo."

Haejin exhaló un largo suspiro y se acostó en la cama. El techo de la habitación amarillento y manchado parecía resentido. Tomó una licencia por enfermedad y se quedó en casa, pero tenía que volver a trabajar mañana. Sin embargo, Haejin no tenía confianza para volver a su vida diaria.


Si era honesto consigo mismo, Haejin en realidad se sentía muy feliz estando con Hwan. Le gustaba su maravillosa sonrisa, sus ojos marrones mirándolo, y su suave olor a perfume.

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