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la cara que puso minho después de escuchar la puerta cerrarse fue digna de una foto, o quizás un cuadro. ¿qué mierda acababa de pasar? osea, felix se fue, dejándolo solo en el departamento y volverá en tres días. definitivamente estaba perdido, otra vez.

tomó sus cosas y partió a la universidad, no sin antes meter su laptop en la mochila y llevarse una manzana en manos. caminó rápidamente, con la intención de ver a felix caminando, quizás acompañarlo a donde debía ir, pero no encontró rastro de él, ni siquiera pudo ver su rubia cabellera por sobre las personas.

ignoró el incómodo sentimiento que se implantó en su pecho y siguió caminando hasta llegar a la universidad, donde entró y se dirigió al aula donde tendría su clase. al llegar se sentó en una mesa alejada, ignorando cuando llegó hyunjin a preguntarle dónde estuvo toda la mañana. no tenía ganas de hablar y se sentía desconocidamente irritado, sólo quería volver a casa.

[...]

por otro lado, felix se dirigía en taxi a la casa de bangchan. no quería ver a minho, necesitaba recapacitar un poco, además hace tiempo no veía a su amigo. se sentía algo mal por mentirle así a minho, pero necesitaba un tiempo. aquél rechazo inconciente que le dió minho lo dejó dudando si valdría la pena declararse o no, porque minho no parecía sentir nada por él.

después de unos veinte minutos conduciendo, el taxi llegó a la puerta de un condominio privado, por lo que felix bajó la ventana y le anuncio al guardia de la entrada que iba como visita y que el taxi se iría en unos minutos, cuando lo deje en la casa de su amigo. el guardia verificó aquello en su teléfono y lo dejó pasar.

la casa de chan era grande, demasiado para vivir solo. el taxista condujo un par de cuadras, hasta que felix le dijo que se detenga. le entregó el dinero al hombre y se bajó, esperando a que el vehículo diera la vuelta para comenzar a caminar. si no se equivocaba le quedaban dos cuadras para llegar a la casa de bang.

se dio cuenta de que todas las casas tenían un pequeño cartel cerca de la vereda, con el número de casa, así que se guío con eso. y cuando llegó a la casa de chan se sintió aliviado, había creído que tomó la calle equivocada.

pasó por una pequeña reja y entró al jardín frontal, bastante minimalista y prolijo, para luego comenzar a caminar por el camino de cemento que se extendía hasta la puerta principal. tocó el timbre y esperó a que su amiga abra la puerta. a los pocos minutos la puerta se abrió, dejando ver a un chico alto de cabellos castaños y labios pequeños.

-hola, ¿quién eres?- preguntó el chico mientras se rascaba la nuca, su voz era algo rasposa y grave.

-¡felix! ¡llegaste bro!- se oyó la voz de bangchan desde atrás de aquel chico.

-deja que pase seungmin, es el amigo del que te hablé -dijo chan al otro chico.

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