En el pueblo le habían informado que su nueva casa estaría a unos siete kilómetros, pero Jimin juraría que ya había recorrido los malditos siete kilómetros hace rato. Había tomado la decisión de ir caminando hasta su nuevo hogar para conocer más la zona.
Mala idea.
Se sentó a un costado del sendero y así descansó un poco sus adoloridas piernas. Dirigió su mirada hacia un lado y otro observando todo. El camino era ancho y había huellas de auto, eso quiere decir que había gente en esa zona tal cual se lo habían dicho. Todo estaba rodeado de árboles muy altos. Eucaliptus y Pino. Excelente combinación, el olor era exquisito.
Hermoso lugar pero con un toque terrorífico.
Ahí comenzaba su nueva vida, su nuevo yo.
Suspiro frustrado, debería haber alquilado un coche como le habían sugerido, pero vamos, Jimin jamás hacía caso.
Además él cabeza dura quería conocer la zona.
Ahora estaba oscureciendo y comenzaba a pensar que estaba totalmente perdido. Bebió un poco de agua, suspiró resignado y continuó con su camino.
Para cuándo logro divisar señales de vida, la noche había caído hacía poco más de una hora.
Pudo divisar a lo lejos una casa con las luces encendidas, habían varios coches aparcados fuera de esta.
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Decidió que intentaría conseguir un poco de agua , ya que se había agotado la que traía en su mochila y realmente estaba sediento y agotado.
A medida que se acercaba podía observar mejor la casa, era hermosa y grande y al juzgar por la cantidad de autos estacionados, o era una familia numerosa o tenían visitas.
Si, Jimin era chusma y un curioso de primera.
Con pasos firmes se dirigió hasta la puerta principal, pero cuando alzó el puño para golpear la puerta, lo dejó suspendido en el aire.
Y si eran una familia de asesinos seriales, caníbales o algo así? No iba arriesgarse, era idiota pero no tan idiota.
Decidido se volteó dispuesto a salir de allí lo más rápido posible, prefería morir deshidratado. Pero fue muy tarde, la puerta fue abierta de golpe haciéndolo detener sus pasos de golpe.
