Corazón de Avellana

Capítulo 1

KRIS

Mi primer torneo, que emoción- Digo con entusiasmo

seguro habrán un montón de chicos lindos, altos sin camisa- oigo la pelirroja casi babeando de la ilusión.

¡Ya basta Laura! tenemos que ir concentradas en ganar este torneo, nada de chicos, ,jugar y ganar ¿ok?.

ok- bufa Laura decepcionada.

Sé que puedo, seguiré entrenando día y noche, daré lo mejor de mí para ser una gran voleibolista, nadie podrá contra mi, arden mis pies en la arena
pero no me rendiré.

¡Sin miedo seré la mejor, el balón será mi aliado!- grito sin darme cuenta que estaba pensando en voz alta.

Me sonrojo mientras observa como todos me miran con asombro y algo de diversión en sus rostros.

Ya sabemos que no tienes miedo- dice la pelirroja burlona.

Hago una mueca de burla y me preparo para el próximo juego.

¡SERVICIO!

Oigo al entrenador dando la señal para que haga uno de mis saques, no era la mejor pero si admito que mis servicios eran muy buenos.

Arrojó el balón hacia arriba, hago un péndulo perfecto, salto y golpeó con fuerza directo a la esquina de la cancha del otro lado de la malla.

Veo como Jimena recibe el balón con una destreza increíble y luego Antony se lo coloca con tal precisión y rapidez que me asombra, son increíbles.

Ellos ya han ido a diversos torneos y esto era la clasificatoria para que la mejor dupla representará a todo nuestros compañeros, sus cualidades físicas son buenas, Jimena cuenta con metro setenta y tres y Antony con un metro ochenta de altura.

Jimena procede a rematar el balón sin compasión alguna, en sus gestos se veía su completa disciplina y concentración.

El balón parecía venir en llamas, me preparo y veo como Jeremy recibe el balón con algo de dificultad y desvía su dirección, tengo que salvar el balón como sea.

Reaccione con velocidad y logro colocar el balón.

Jeremy en cuestiones de segundos ya estaba saltando y rematando con todas sus fuerzas.

Se acabó.

Todo el esfuerzo, dedicación y el sol que nos hacía arder la piel día tras día.

Todo el entrenamiento duro había valido la pena, habíamos vencido a la mejor dupla de nuestro equipo, tenía ganas de llorar de la felicidad.

Al otro lado veo a Jimena estupefacta en completa decepción tumbada en sus rodillas sin creer lo que acaba de pasar, ah perdido su puesto como representante de él equipo en los torneos mixtos de nuestra categoría.

Salgo corriendo directo a los brazos de Jeremy
el Chico pálido de diecinueve años de metro ochenta, cabello largo y pestañas envidiables que conozco desde niña.

Me alza en sus brazos y me felicita por mi buen desempeño en la cancha.

Eres increíble Elisabeth Kris Corset- dijo Jeremy con su encantadora sonrisa.

Igual tú Jeremy Villamediana, no habría podido sin tú ayuda, sin duda somos la mejor dupla.

Disculpa por la desviación al recibir el balón, aún me duelen los antebrazos de semejante golpe- dice Jeremy.

Me imagino el dolor, parecía un meteorito, no había visto un remate tan bueno como el de Jimena, aún no puedo creer como le pudimos ganar.

Disculpa aceptada- le digo.

¿Nos vamos?- Interrumpe Laura.

Miro a Jeremy y me despido con un abrazo.

Camino a casa y le preguntó a Laura la pelirroja de pecas y labios finos de metro sesenta y cinco cómo le fue.

Estoy nerviosa, aún sigo pensando en esos chicos lindos en la playa- volteo los ojos exageradamente.

Hablo de cómo te fue en el entrenamiento Laura, no de tus delirios amorosos- toso burlonamente.

Ah sí, mañana es mi partido de clasificatoria, estoy segura de que ganaré- recalca muy segura.

Ella era de otra selección, a penas cumplía la mayoría de edad mientras yo ya tengo diecinueve, el año pasado pude competir pero no logré ganar la clasificatoria por lo tanto tampoco pude representar a mi equipo.

Mañana estaré allá viendo tu partido, no me lo perderé.- le digo con emoción.

Deberias invitar a Jeremy- me dice golpeando mi hombro en forma de reto.

Me sonrojo y le digo que prefiero ir sola.

¿¡A quien engañas Kris!?, te mueres por Jeremy, lo sé- se burla.

Jeremy era un chico muy lindo pero no era mi tipo, lo veía más como un hermano y tenía la seguridad de que el también me veía como tal.

Me quedo callada y me dejo llevar por mis pensamientos, llegó a mi casa y me despido de Laura recordándole que no faltaría a su partido de clasificación.

Abro la puerta y veo a mi mamá y a mi papá en el comedor esperándome para cenar.

¿Que tal liss?- así me decía mi papá por primer nombre "Elisabeth", pero la mayoría de mis amigos me llamaban por el primero "Kris".

Sin responder suelto el aire, me quito la mochila y me siento en una silla del comedor sin verlos a los ojos.