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—Honey.—escuche como alguien susurraba y yo me moví ligeramente, al instante sentí una punzada de dolor en mi cuerpo.—Te he traído una pastilla para el dolor y el desayuno.—me dijeron y luego dejaron un casto beso en mi sien.

Yo abrí mis ojos lentamente y vi la imagen de un Hyunjin sin camiseta y pantalones de pijama sonreírme mientras sujetaba una bandeja de gofres con un clavel blanco al lado de estas.

Sonreí como tonto y me intenté incorporar pero el dolor en mis caderas me hizo soltar un quejido bajo que no pasó desapercibido para él.

—Espera, te ayudo.—dejó la bandeja en la mesita de noche y se acercó hasta mi, colocando el cojín para que pudiera poner mi espalda y ayudándome a sentarme correctamente.

No pude evitar fruncir el ceño cuando me coloqué sobre mis nalgas.

—Toma esto.—cogió de la bandeja una pastilla y un vaso de agua y me los pasó.

Yo agradecí con la cabeza y me tomé la pastilla para luego tomar un trago de agua y pasármela.

Hyunjin me revolvió el pelo cariñosamente y cogió el vaso para dejarlo a un lado y poner la bandeja en mi regazo, luego se sentó a mi lado.

— ¿Cuanto llevas despierto? —pregunté mientras cortaba un trozo de gofre para llevármelo a la boca.

—No hace mucho, una hora puede, aproveche que estabas dormido para hacerte el desayuno, anoche no cenamos nada.—me explicó.

— ¿Y tú, has desayunado? —pregunté acusatorio sabiendo que el se habría olvidado de hacerlo solo para hacerme a mí el desayuno.

—No tengo tanta hambre.—mintió.

Yo rodé los ojos.

—Come conmigo, yo no voy a ser capaz de acabarme todo esto.—pedí.

Él negó.

—Esto es para ti.

—Y yo quiero compartirlo así que come conmigo ¿Si? —parecía proposición, pero mis ojos demandantes le indicaban que si el no desayunaba yo tampoco lo haría, entonces resignado abrió la boca y dejó que introdujera un trozo de gofre en su boca.

Una vez me sentí complacido cogí yo otro trozo y empecé a comer, como siempre Hyunjin se superaba con sus postres.

— ¿Esta bueno? —preguntó.

Yo asentí efusivamente y seguí comiendo.

—No comas tan rápido o te dará hipo.

—Es que tengo hambre.—me desfendí.

—Tuve que obligarte a cenar antes de irnos a dormir.—murmuró él y yo negué.

—No habría aceptado, estaba demasiado cansado y no pensaba en comida.—lo tranquilicé para que no se sintiera culpable.—De todas formas ¿Que hora es?

—La última vez que mire la hora eran las 11:15 no debería estar muy lejos.

Yo asentí tranquilo, todavía no era muy tarde, quería aprovechar todo lo que quedaba de día con él, puesto que sería el último que pasaríamos juntos en su casa.

— ¿A tu tía no le importa que estemos todavía aquí? —cuestioné.

Me sentía algo avergonzado por haber hecho eso en su casa.

—No te preocupes no están en casa, después de su cumpleaños siempre se van de viaje, me ha dejado las llaves, me pidió que cerráramos cuando nos fuéramos.

Me sentí algo más tranquilo.

— ¿Mi ropa? —pregunté dejando la bandeja a un lado.

Cuando me levanté llevaba la camiseta del pijama de Hyunjin que él no llevaba, ambos con la prenda restante.

Are you scared? «HYUNIN»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora