Capítulo 2: llegada a un nuevo mundo

290 18 20
                                    


<Reino de Beltrum Año 989 de la Era Santa en los barrios bajos>

Se podía ver a una hermosa mujer pelinegra, junto a su hijo Issei

Issei: "Oye, mamá. ¿Por qué tenemos el pelo negro? Nadie a nuestro alrededor tiene el pelo negro"

El niño miró a su madre con ojos color caramelo. De hecho, no había otras personas de pelo negro en la capital en la que vivían. Debido a eso, los dos eran tratados como rarezas en su vecindario

Su madre parecía preocupada por su pregunta.

Ayame: "Tienes razón, issei," dijo ella, tomándose un momento para responderle. "Tal vez sea porque venimos de un lugar muy lejano"

Issei: "¿Todas las personas que viven lejos tienen el pelo negro?"

Ayame "Sí, así es. No somos sólo tú y yo, el pelo de tu padre también era negro... y también el de tu abuela y abuelo"

Su hijo, que se llamaba Issei, había preguntado con mucha curiosidad, su madre no podía evitar sonreír como resultado de ello mientras le respondía. Al ver su sonrisa, el niño se puso muy contento, mostrándole una sonrisa resplandeciente en respuesta. Para el niño que acababa de cumplir cinco años, su madre lo era todo para él

Issei: "Me gustaría conocer a la abuela y al abuelo algún día"

Ayame: "...Sí, eso estaría bien," contestó la madre "Te llevaré a verlos cuando seas más grande, Están en un lugar llamado la región Yagumo" Su sonrisa se cambiado a una expresión incómoda mientras hablaba

Issei: "¿En serio? ¿Lo prometes?"

Ayame: "Mmhm Lo prometo"

Time Skip Dos años después

En los barrios bajos de Beltrant, la capital del reino de Beltrum, vivía un pequeño niño huérfano. Estaba acurrucado en la esquina de una oscura y destartalada choza de madera, el aire a su alrededor era seco y frío

Issei: "Hah... hah..."

Issei jadeaba en busca de aliento, los trapos sucios que llevaba en el cuerpo estaban empapados de sudor, parecía que estaba teniendo una pesadilla, en conjunto a que su cuerpo sufría espasmos y parecía tener fiebre, en un momento dado, una luz cálida y suave comenzó a brillar y a abrazar su cuerpo, este calor era lo suficientemente cálido y confortable como para confiarse a él, el color volvió rápidamente su cara y su respiración se niveló, por alguna razón, la fiebre que afligía su cuerpo había desaparecido y la luz que lo rodeó desapareció con un sutil destello

Issei: "Mmh..."

issei abrió los ojos con claridad algún tiempo después, tumbado boca arriba, parpadeó hasta que su visión se aclaró y se enfocó un techo de madera con poca luz, su mente aún estaba confusa, como si hubiera una niebla que le impedía pensar con claridad, la fiebre había desaparecido, pero no sin consecuencias, todavía estaba débil y aún no había recuperado su fuerza ni resistencia, abrumado por la fatiga, issei miró fijamente al techo, su mente logró recuperarse hasta un punto en el que pudo procesar sus pensamientos de nuevo; empujando su cuerpo cansado a una posición sentada, comenzó a preguntarse sobre su situación, hasta que le vino algunos recueros

Issei: "*susurro* maldita sea, porque me duele mi cuerpo"

Con el paso del tiempo, los diferentes recuerdos dentro de él lo confundieron cada vez menos, y ambas personalidades empezaron un enfrentamiento para ver cual dirigía el cuerpo, pero la de DxD por tener más poder y presencia logro asimilar a la otra, sus dos memorias diferentes se mostraban en la superficie, mezclándose sin conflicto en su interior, recuperando todos su recuerdos

Seirei Gensouki DxDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora