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En el pequeño y rústico pueblo de South Park se organizó una fiesta de temporada para mayores de 15 años. Stan, Kyle, Cartman, Kenny y la mayoría de los chicos de 4°año de secundaria estarían ahí.

narra Stan Marsh.

Ya eran las 7:45 P.m., la hora acordada para ir a buscar a Kyle a su casa para poder ir a la fiesta. No es la primera a la que vamos, pero es la primera vez que iríamos sin nuestras novias, Wendy, mi novia desde 3er grado de primaria y Rebecca la novia de Kyle desde 2do de secundaria, desde que volvió al pueblo Rebecca se enamoró nuevamente de Kyle y hasta ahora tienen una relación bella.

Después de acomodar bien mi chaqueta y mi característico gorro rojo y azul, partí hacia la casa del pelirrojo para poder ir a la fiesta.

Cartman y Kenny nos encontrarían en la puerta del evento.

Cuando llegué, estacioné el auto y toqué la bocina. Un par de minutos más tarde mi amigo salió de su casa y se subió a mi auto como copiloto

-Hola Stan. - dijo con una sonrisa mientras se ataba el cinturón de seguridad.

-Hola amigo, ¿estás listo para irnos? - Él asintió y yo arranqué nuevamente el auto y empecé a conducir por las frías calles hacia la fiesta. - ¿Emocionado de no tener a las mujeres encima? - dije con un tono un tanto burlón.

-¡Claro! esta noche no voy a tener a una chica regañandome todo el rato. - confesó y rió un poco, yo reí con él.

-Dicen Cartman y Kenny que planean besar mínimo 50 chicas en la fiesta. - Le comenté a Kyle mientras el bufaba.

-Si claro, el gordo nazi y el Rubio obsesionado con las tetas que no se quita su abrigo desde los 7 años. - Reí ante su comentario.

Finalmente llegamos a la entrada de la fiesta. Yo estacioné mi auto y bajamos para acercarnos a la puerta.

Cartman y Kenny no estaban así que supusimos que ya habían entrado.

Ingresamos y derrepente un desagradable olor a alcohol y tabaco chocó con mi cara. Me gusta el alcohol, pero el olor era muy fuerte.

Decidimos no buscar a los chicos y directamente ir por unos tragos, y así fue.

Yo tomé cerveza y Kyle eligió beber varias cosas diferentes. Sabía que él se iba a emborrachar más que yo, lo que hasta cierto punto era tranquilizante ya que podría cuidar de él.

a partir de aquél momento todo se veía confuso, mis oídos zumbaban por la fuerte música de mierda. Estaba emborrachado, lo sentía.
Veía a Kyle reír conmigo y tambalearse por todo el lugar, hasta que llegamos a la sección de tragos nuevamente.

Esta misma, estaba un poco apartada de la fiesta y cerca nuestro habían como mínimo 5 parejas besándose de manera apasionada.

El ambiente era pesado, el calor y las hormonas que liberaban los pubertos a nuestro al rededor se sentía contagioso. Kyle y yo estabamos escapando del olor a Porro de la otra esquina del Salón pero quedamos a pocos centímetros del otro.

Escuchando los ruidos húmedos de los besos de las parejas nos miramos a los ojos, pudo ser buena o mala idea, pero mis ojos fueron atraídos por sus rojos labios y pude ver en su mirada un aire de lujuria, tanto como había en la mía.

Con el corazón palpitando contra mi pecho y la respiración agitada -podría ser por el alcohol tanto como no- me acerqué levemente a Kyle quien correspondió pegando su cuerpo más al mío.
Con una mano en su cintura y la otra en su mejilla nos miramos durante unos segundos, hasta que nuestros labios se unieron en un suave pero corto beso, el cual hizo que cedieramos ante la situación, y nuestros instintos se apoderasen de nuestra mente.

Noches de Garufa - Style ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora