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Chaeyoung

Nada mejor que estar con tus amigos jugando a apostar, amo apostar, en si me gusta ganar realmente no suelo perder, pero esta apuesta si se paso a extremo, pero no pienso perderla.

-¿y bien Chaeyoung?, ¿Estas preparada para oír mi apuesta?- hablaba Felix con su voz ronca de siempre.


-estoy dispuesta a darlo todo si es necesario Felix-.

-Ja, tu felicidad se borrará en un segundo-.

-¿entonces, dime, cual es tu apuesta he?-.

-mi apuesta es...que conquistes a la maestra Tzuyu-.

Quedé paralizada por un segundo con la apuesta de Felix no sabía que decirle ante lo que dijo, ¿como carajo hago eso?, es decir obviamente lo puedo hacer pero debo de saber más de la maestra en si pero apenas tengo 18 años no más y no tengo ni la menor idea de la edad de ella, definitivamente Felix te odio, pero todo sea por el dinero, no creo que sea tan difícil ¿Que podría pasar?.

-estoy dispuesta a aceptar tu apuesta, ¿cuanto dinero darás?-.

-qué rápido Chaeyoung, te daré lo que necesites-.

-si es así, me gustarían 22 millones, conquistar a una maestra no es nada fácil-.

Sonreí ante lo que dije, ya que el dinero no es fácil de conseguir pero viniendo de Felix demás que lo tiene, digamos que es un chico bastante famoso y popular.

-trato entonces-.

Extendió su mano y yo también haciendo un apretón.

-qué la diversión comience Son Chaeyoung, pero si llegas a enamorarte de la maestra ese no es mi caso, yo solo quiero ver hasta donde llegas-.

Hablaba Felix, yo solo miraba a la maestra de una manera un tanto atractiva, ella no me miraba ni un poquito y tampoco atención, ay dios, esto se va a poner difícil, esta maestra es la que mejor me cae en si es super buena onda, hay una cuenta de confesiones en la cual han hablado muchas personas en anónimo sobre esta profesora, hay algunos que les cae super mal pero de la mayoría qué he leído son comentarios positivos hacia ella en si, estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta que era hora de salir del salón la profesora me quedo mirando con una mirada un tanto sería, me dio un poco de miedo pero quizás no fue nada malo en fin, agarre mis cosas me puse mi mochila y en el momento que iba a salir del salón la maestra me agarro del hombro con su delgada mano, era tan alta maldita sea, no quería verla.

-Son Chaeyoung, ¿verdad?-.

-e-eh, si, si, ¿qué pasa maestra Tzuyu?- quede con la intriga por lo que iba a decir aquella maestra, la maestra se quedo callada como por un minuto, lo único qué hizo fue fijar sus preciosos ojos en mi.

-mira realmente no me gusta ser una malhumorada ni nada por el estilo, pero, ¿estaban hablando mal de mi a mis espaldas usted y el joven Felix verdad? ¿o me equivoco?-.

No sabía que decir en el momento me quedé callada y no podía decir nada y los minutos seguían, la mire y ella tenía una mirada fría y seria sus ojos parecían qué iban a matar mi alma, qué miedo.

-y-yo...-

-bueno, no hay caso que te fuerces a decirlo, lo entenderé perfectamen-

No aguante más y la bese, si, fue el impulso y las ganas de terminar esa maldita apuesta del momento, rápidamente ella me empujó y se limpio rápidamente.

-¡Q-qué te pasa Chaeyoung!, ¡¿acaso te metieron drogas en la cabeza?!, ¡estas loca!-.

-¿me viene a decir a mi loca?, oh vamos demás que usted también quería un beso como ese- Me cruce de brazos y puse una cara un tanto atrevida.

-Chaeyoung, no, nunca voy a querer algo con una estudiante la cual quiero mucho, y no me gustaría enamorarme de una menor y tener que irme a la cárcel tan pronto por tus estupideces, te aprecio Chaeyoung, pero lo que estas pensando esta demasiado mal- Dijo la maestra para luego tomar sus cosas y retirarse de aquel salón donde estabamos nosotras dos.

-maldita sea ella es tan jodidamente atractiva, me gusta eso de ella- Susurre para luego salir de aquel salón dirigiéndome a mi siguiente clase, no me había percatado de la hora y me atrase 10 minutos fui corriendo al segundo piso toque la puerta pero al parecer no había nadie, mire por la ventana, tampoco, derepente sentí unas manos posarse en mis ojos haciendo que no viera.

-¿Quien soy?-.

Me quede callada y me sorprendí, era mi mejor amiga Minari.

-¡Mina!- Me di vuelta y la abrace.

-¿como estas Chaeyoung?-.

-bueno, no muy bien que quieres que te diga jeje-.

-¿qué paso Chae?, ¿te duele algo?- Me miró con cara de preocupación.

-n-no es eso, cuando salgamos en algún momento te contaré, ahora debes irte a clases, ¿verdad?-.

Mina se quedo callada y me tomo de los brazos y me dio un beso, yo quede sorprendida ante lo que estaba pasando, ella se alejo y me miró con una ilusión tremenda y yo no podía reaccionar.

-perdón por guardarlo tanto tiempo pero ya no lo aguantaba, Chaeyoung me gustas, me gustas demasiado, todo lo que haces por mi estoy tan agradecida, y te amo tanto no podría describirlo, todo de ti lo amo, amo cuando te preocupas por mi cuando me preguntas como estoy día a día tu cara tus ojos tu nariz tu boca tu pelo todo de ti es lo más hermoso que vi en toda mi vida no sabes el amor que te tengo, y si me gustas mucho y quería saber tu respuesta ante mis sentimientos, se que no soy la mejor expresándolos pero al menos, ¿podrías aceptarme en tu vida?-.

No podía creer, lo que Mina me estaba diciendo no sabía qué decirle es que no me gustaría decirle qué ya tengo a alguien más que es una señora de no se cuantos años y ya la había jodido con ella, pero tampoco quiero estar con Mina por pena a rechazar su pequeño corazóncito pero no puedo realmente no puedo aceptar sus sentimientos.

-losiento Mina, pero no puedo aceptar tus sentimientos, y de verdad aprecio el cariño el amor y todo por lo que me estas diciendo en este momento pero no puedo aceptarl- Fue en ese momento en que Mina me pego una cachetada de odio y rabia, yo solo me toque la cara desesperada por el golpe que me dio vi su rostro y estaba al borde de llorar sus ojos estaban cristalizados.

-¿Qué estás diciendo?, ¡¿VAS A RECHAZAR TODA ESTA MIERDA DE AMOR QUE TE TENGO?!, ¡NO PUEDES CHAEYOUNG!, ¡NO ERES MÁS QUE UNA SIMPLE PERRA QUE ILUSIONA A TODOS!- Dijo Mina para luego marcharse del lugar yo mire hacia el suelo y me caí devastada apoye mis manos en el suelo sin saber lo que estaba sucediendo, pero no iba a llorar así sin más, no puede ser que se haya enojado por eso, definitivamente ella debía reflexionar, no podía estar con ella por pena, y si perdí un ser muy querido para mi pero ya fue, si ella quiere volver qué vuelva pero no será como antes, aparte lo que me dijo fue bastante feo, ¿Perra? ¿Yo?, nunca, maldita sea.

Un amor no debido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora