CAPÍTULO 8

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ROSEANNE.

Oh Dios, su polla no se parecía a nada que hubiera sentido. No sabía exactamente qué hacer, con shawn nunca paso nada ni con nadie más . Yo la deseaba. Mi coño estaba resbaladizo y la quería. Quería que se ensuciara mucho y me hiciera tomar cada centímetro de ella.

Las manos de Lisa agarraron mis caderas con tanta fuerza que supe que me iba a lastimar. No había forma de que no me lastimara.

―Joder, bebé, tu coño está tan jodidamente apretado―. Lanzó un pequeño gemido y bombeó dentro de mí.

Jadeé, incapaz de contenerme mientras el placer y el dolor se combinaban. No lo podía creer. Había perdido la cuenta de la cantidad de veces que había fantaseado con que Manobal me follara.

Sus dedos se deslizaron por mi estómago, se dirigieron directamente a mi coño. Se burló de mi clítoris y no pude negarlo. Lisa sabía exactamente qué hacer con mi cuerpo.

―Sabes que no puedo dejarte ir ahora, ¿verdad? Tu coño está tan jodidamente apretado. No puedo esperar a ver mi semen goteando de tu coño―.

―Dios, Lisa, te sientes tan bien―.

― ¿Mejor de lo que imaginabas? No puedes negar que no has pensado en mí estando aquí―. No era una pregunta; conocía mi cuerpo y mi profundo y oscuro secreto.

― Sí―. No quise negarlo.

Eso era lo que quería.

― ¿Qué quieres, Rosie?― preguntó.

―Quiero tu polla, Lisa―.

Agarró mis caderas y comenzó a golpear mi coño. No me ofreció ni un solo indulto. Una y otra vez, me folló duro, dejándome saber quién era la jefa.

No tenía ninguna duda de que ahora le pertenecía. A diferencia de mi madre, no me importaba. Quería que esta mujer fuera dueña de cada parte de mí.

Lisa salió de mí y me hizo girar, empujándome al suelo de rodillas.

―Chúpalo, bebé. Chúpate de mi polla―.

Agarrando la base de su polla, lamí a lo largo de la base hasta la punta y tomé toda su polla en mi boca. La cabeza estiró mucho mis labios y gemí mientras tragaba más de ella en mi boca.

―Oh, mierda, una boca tan bonita y apretada. Tu coño es un sueño, cariño. Tu coño, tu boca y apuesto a que tu trasero es igual de perfecto―.

Agarró mi cabello, tiró de él con fuerza y comenzó a follarme la cara. No podía apartar la mirada. Me encantó la forma en que tomó el control, tomando lo que quería.

Su polla era larga, gruesa y la punta goteaba pre- semen en mi boca, haciéndome gemir por ello.

―Me amas follándote, ¿no? amas que te lleve―.

Gemí, tarareando mientras tomaba más de ella.

―Vas a tomar más de mi polla, bebé. Eres mía ahora y no voy a dejar que te escapes―.

Me encantó. El mundo había sido un lugar horrible, y el único consuelo constante en mi vida habían sido los recuerdos de Lisa. Siempre había sido buena conmigo.

Sí, quería follar con ella, y supuse que estaba más que un poco enamorada de ella.

Teniendo en cuenta su historial de ser una completa bastarda, en realidad nos había tratado a mi madre y a mí con amor y amabilidad.

―Te gusta eso, ¿no? Quieres ser mi mujer―.

―Sí―, dije, pero su polla amortiguó las palabras.

TABOO |CHAELISA| ADAPTACIÓN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora