Las sábanas nunca le permitirían esconderse para siempre de su realidad, de quien es o de lo que representa su nacimiento .
Muchos lo considerarían un lujo o un privilegio llevar el apellido "Del Rey" en un mundo donde el mito de la meritocracia se queda en las leyendas contadas por los padres a sus hijos haciéndoles creer que pueden salir de una vida escasa de oportunidades.
Sin embargo ese dia los pájaros cantaban mientras el sol hiba saliendo, un amanecer preciosos se estaba asomando en el ventanal de cristal de una habitación blanca Adán despertaba de su sueño con el encanto que solo el sabía dar, el cabello enredado y manchas de rimel en los ojos por el maquillaje que reuso quitarse antes de dormir. Llevaba exactamente la misma ropa que uso el viernes cuando las clases terminaron y el solo se dedicaría a ver series y mirar tik toks todo el fin de semana, pero llego el lunes y no puede esconderse de la sociedad por tanto tiempo. No digo que no lo a intentado cada semana excusándose de no poder ir a un solo evento social con sus amigos solo para poder pasar más tiempo con el mismo.
Las mañanas eran cada vez más frías y el otoño se acercaba mientras se preguntaba como se vería la ciudad ahora que el ya no estaba.
Apenas pasaron 3 meses desde que su familia se mudo a un pequeño pueblo "Las luminarias" un valle rodeado de 7 montañas que se alineaban perfectamente con la constelación de la osa mayor al principio le parecía algo exótico pero se dio cuenta muy rápido que el dicho de "pueblo chico, infierno grande" le quedaba perfecto a ese lugar.
- otra maldita mañana más en este lugar y voy a solicitar la eutanasia. - su apariencia era delicada como una flor de Jazmin, piel blanca, labios rosados, cabello negro azabache y ojos color amatista. Todo el gritaba que era un omega pero Adán no se mortificaba como otros por aver nacido con esa casta, a diferencia de esos inútiles como solía llamarlos el sabía bien como aprovecharse de su estado como omega.
Las 2 horas que tardaba areglandose cada mañana no eran en vano.
- Adán sus padres ya lo están esperando en el comedor dicen que tiene que ir a desayunar con ellos antes de irse a la universidad - los betas siempre le parecían molestos, ellos para que servían si no tenían ningún talento especial?, No lo entendía pero tampoco le importaba de más. - hoy tiene visita joven
- ya bajo Miranda - terminó de arreglarse y bajo desganado al comedor. Odiando cada minuto que respiraba en esa casa polvorienta, la única propiedad que desgraciadamente le quedaba ahora.
- mira Arok aquí esta mi hijo, verdad que ya creció demasiado jajaj se parece muchísimo a su madre - el hombre de al parecer 39 años lo presentaba con orgullo como un progenitor exhibe a su obra más valiosa.
- buen dian, es un gusto Adán .