Capítulo 11

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Christopher lo miro sorprendido y después Minho escucho un «pff», luego solo miro como el menor reía por lo bajo.

—¿De que te ríes? —Se acercó hasta el para pegarle con la cuchara que traía en la mano.

—Así que eso era... —Siguió riendo y luego atrajo al mayor hasta sentarlo en su regazo. —Tranquilo, profesor Lee, en mi corazón no hay lugar para otra persona que no sea usted. —Paso sus manos por sus mejillas y luego beso ahí. —Yo lo amo más que a nada en el mundo.

El corazón de Minho comenzó a acelerarse y sus mejillas a sentirse calientes, el también iba a decirle algo, pero escucho sonidos en la cocina que lo hicieron asustarse.

—Mierda, la comida. —Corrió rápidamente y apagó la estufa. —Bueno, aclarado ya todo esto, ¿No tienes que estudiar para los exámenes?

—No, se que sacaré buenas calificaciones así que no es necesario.

—Hay veces que sacas diez, eres o muy inteligente o no muy capaz, aunque tal vez solo finges que no sabes algunas cosas. —Volvió a sentarse a su lado.

Christopher rió y luego suspiro.

—Así que me descubrió, ¿Desde cuando lo sabe?

—Desde siempre, es mi deber saber el nivel en el que están mis alumnos.

—Ya veo, aún así no hay nada que me motive a sacar diez, pero mis calificaciones son buenas y no me quejo. —platicaba despreocupado y luego se encogió de hombros.

—¿Es así? Entonces, ¿Qué te parece si te doy motivación?

Christopher se desconcertó y con su mirada le pidió una explicación.

—Si sacas diez en todo, te daré una sorpresa.

—Si solo fuera usted con un moño rojo en la cabeza, esa sería mi mejor recompensa.

Minho le dio un golpe y negó.

—Primero hazlo, luego hablaremos de eso.

—De acuerdo, profesor Lee, le aseguró que sacaré diez en todo. Así que estudiaré ahora, si me permite mientras usted come.

—Adelante, mientras voy a calificar sus trabajos y otras cosas necesarias.

Christopher saco sus libros y además sus lentes, cosa que sorprendió a Minho, en su tiempo de conocerlo y darle clases, jamás lo había visto usando lentes.

Pasaron horas desde que estuvieron en silencio, uno estudiando y el otro solo revisando archivos para matar el tiempo, mientras de reojo miraba al joven a su lado.

«Ahora entiendo porque todas las chicas lo persiguen, es demasiado sexy sin esforzarse.» pensó y de nuevo lo miro, inconscientemente se relamió los labios, cosa que Christopher vió.

—¿Le parezco tan apetitoso?

—Te mentiría si te dijera que no. —Minho se levantó de su lugar para pasarse entre las piernas de Christopher y poner sus brazos lado a lado de sus muslos, luego tomo su libreta y leyó el contenido. —Te ayudaré a estudiar esto, si te distraes aunque sea un poco volverás empezar.

Christopher se puso nervioso por la posición en la que estaban, cualquier cosa que implicará a Minho lo ponía al mil, pero se tranquilizó y asintió, aceptando el juego de su profesor.

El menor comenzó a leer en voz alta lo más importante y respondiendo preguntas sin ver el contenido de la libreta, mientras estaba en eso Minho asentía si era correcto, cosa que hizo todo el tiempo, comenzaba a aburrirlo por lo que decidió subir el nivel de dificultad para Christopher.

Se giro y paso sus piernas por encima de las del menor y puso su cabeza en el pecho de este. Esta vez quien traía camisa de botones era el por lo que empezó a desabrocharlos lentamente, uno por uno.

—Profesor Lee, ¿Qué está haciendo?

—Estoy subiendo la dificultad, no debes distraerte por ningún motivo. Adelante, sigue estudiando.

«¿Cree acaso que puedo hacerlo con el haciéndome eso? Bueno, si quiere autocontrol, veremos quien tiene más.» —Christopher sonrió de lado y siguió con lo suyo, ignorando que tal vez tendría una erección pronto

Minho descubrió parte de su pecho y se acercó para dejar marcas ahí, una de sus ventajas es que él si podía, sabía que Christopher no se lo reclamaría porque eso quería.

El menor se mantuvo sereno mientras encima de él se mantenía Minho chupando su piel hasta dejarla roja, incluso en su cuello con una que otra mordida.

—Si quiere que me distraiga tiene que hacer más que eso. —le susurro al oído y luego sopló, haciendo a Minho sentir un escalofrío por su espalda.

—Entonces... —Minho se subió encima de las piernas del menor y se agarro del sillón para sostenerse y empezó a dar ligeros saltos en la entrepierna de Christopher, quien empezaba a jadear, pero mantenía su vista en lo que leía. —Parece que tendré que subir la intensidad.

Con eso dicho abrió más la camisa del chico y bajo para seguir dejando marcas, hasta bajar a su pantalón el cual, después de quitar el cinturón lo abrió para masajear por encima de su bóxer el miembro erecto de Christopher.

La respiración del menor comenzaba a escucharse pesada, sabía que quería más, pero eso sería admitir su derrota y por más que quería a Minho, no lo haría, además le encanto ver a su profesor tomar la iniciativa, eso quería decir que lo deseaba tanto como él. Las manos del mayor se introdujeron en el interior de la prenda y empezó a masturbar a Christopher quien seguía jadeando, pero con su libro en mano y sus ojos en el.

—Christopher, deja eso. —Le quitó de sus manos el libro y puso las manos de este en su cintura. —Mejor, hagamos algo más divertido que estudiar.

—Entonces... —Christopher junto su frente con la de Minho y beso sus labios. —Después no se queje si no se puede levantar mañana.

Ambos se levantaron y Minho enredó sus piernas en la cintura de su estudiante, quien aún lo sostenía de sus caderas, mientras seguía besandolo, una buena noche para los dos sin dudarlo.

Al día siguiente, tuvieron clase de educación física, Minho estaba algo adolorido, pero se veía muy rejuvenecido.

Mientras que Christopher en los vestidores fue expuesto por todos sus compañeros, por los rasguños que llevaba en su espalda y todas las marcas en su pecho, cuello y abdomen.

—Mierda, Chris, tu pareja de ayer es todo una fiera. —Se burló Seungmin y tocó su espalda por curiosidad.

Jisung solo miraba de reojo a Christopher que solo reía con ellos.

—Si, ¿Verdad? Amo que sea una fiera de vez en cuando. —Se rió y después de cambiarse de ropa, salió de los vestidores, ya que iba a jugar baloncesto con sus otros amigos.

Minho había escuchado eso con un sonrojo, pero evitó usar el vestidor hasta el final del día, además quería hablar con Christopher de otra cosa.

¡Profesor! Me Gusta [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora