I Don't Even Know Your Name {s.m}

Capítulo Dos: She.

"She is the words that I can't find. How can the only thing that's killing me make me feel so alive."

~Parachute (She) 

 La sonrisa comenzó a extenderse por su rostro. Parecía estar más divertida que dolorida por el golpe que se dio en la cabeza. Sonreí de vuelta. 

 –Tendré que tener más cuidado. –negó con la cabeza.

 –Supongo que yo también yo. –reí–. Espero no haberte lastimado.

 –No te preocupes. Un golpe en la cabeza no es nada. Aún así gracias por la atención, no hay mucha gente que haga eso todavía. 

 Sus grandes ojos color almendra se cerraron a la par, y entonces continuó su camino. No me abstuve de mirar hacia atrás mientras ella pasaba. Simplemente se marchó. Seguí mi camino.

 Las puertas de cristal del Beverly Center se corrieron a cada lado. La gente se movía de tienda en tienda y subía y bajaba por las escaleras eléctricas del centro comercial. Había muchas personas dispersas. Después de tanto tiempo supongo que me había acostumbrado a ver a grandes grupos reunidos en un mismo pequeño o gran espacio. 

 Un silbido proveniente de la segunda parte del centro comercial me hizo mirar hacia arriba. Cameron agitaba sus brazos con fuerza al igual que los otros cuatro idiotas a su lado mientras un par de chicas desconocidas los miraban divertidas. 

 –¡Mendes! –gritó Gilinsky. 

–¡Demonios, cierra la boca! –grité desde abajo y corrí a las escaleras eléctricas. 

 Sin necesidad de evadir a nadie en mi camino de saltos y movimientos sobre los escalones llegué a la cima y me dirigí a ellos. 

 –¿Te gustaría ser más discreto? –golpeé la parte de atrás de la cabeza de Jack antes de abrazarlo y retroceder.

 –¿Te da miedo que te reconozcan súper estrella? –rió. 

 –No eres el único que firma autógrafos, Hollywood. –Nash mencionó, acercándose para repetir el abrazo de Gilinsky. 

 –Estoy al tanto de eso. –dije con una sonrisa. 

 –Sí, sí saluda al resto. –Cameron movió su mano contra la mía de diferentes formas para saludarme. 

–Shawn Mendes, en vivo y en persona. Este debe ser el sueño de cualquier fanática. –dijo JJ.

 –Pero tú no eres una fanática. –saludé a Johnson. 

 –Su novia sí. –Gilinsky movió la cabeza en dirección a la chica detrás suyo. 

 –Debo mencionar antes que nada que me gusta tu música, pero que Jack es quien pone tus canciones casi las veinticuatro horas del día. Él es tu mayor fanática. –dijo ella. 

 Los chicos rieron al ver a Johnson ridiculizado y con las mejillas rojas. 

 –Divertida. –JJ enseñó la lengua antes de besarle la frente a su novia. 

 –Soy Yanne. –mencionó finalmente. 

 –Es un gusto conocer a alguien que lo deje en ridículo. –dije. 

 –El gusto es mío. –Yanne sonrió. 

 Johnson rodó los ojos con una sonrisa perdida que jamás había visto y dio un paso al frente. 

 –¿Por qué no también ridiculizan a Cameron si tanto les gustan las novias agresivas? –dijo Johnson. 

 –Por que mi novia no tiene el poder de ridiculizarme. –dijo Cam.