Amor en la Desigualdad (Katsudeku)

1

Izuku Midoriya

Un muchacho de una cabellera peculiar, de una cabellera bastante parecida a la de un arbuso suave. Con unos ojos del mismo color, grandes y bastantes expresivos. Con una piel suave e hidratada, de un color parecido a la porcelana. Con unas mejillas muy regorditas, acompañadas de pecas y un sonrojo que lo hacia ver bastante adorable.

Esos son los detalles que ese desnocido resaltaron en su mente, no podia creer con que criatura se encontró, tal vez era un ángel...? Sea cual sea su origen no le importaba.

Unos gritos lo trajeron devuelta a la realidad, haciendo que mire hacia atrás para ver que los guardias estaban cerca a él, no pudo evitar volver a ver a la belleza de su frente, para luego salir corriendo.

Eso dejo muy desconcertado a Izuku, ¿Quién era ese tipo? Vio a los guardia acercase a el y el miedo lo invadio, penso que lo reconocieron. Pero no era asi, todos los guardias se pararon a su frente de golpe, mirandolo con asco y desprecio.

(x): Hey tú sabandija!–¿Cómo lo habia llamado?– ¿Quién eres y qué hacia con ese ladrón? ¿Acaso lo conoces?

Dejando de lado el como lo habia llamado, aquella pegrunta lo desconcerto, acaso habia dicho ladrón, de todas formas no tenia ningun derecho a llamarlo así. Estaba a punto de discutir, hasta que se dio cuenta que si discutia con ese soldado lo mas probable es que, le harian un banco de preguntas y posiblemente lo reconocerian. Dios, debia tener cuidado y mantener la calma.

I: No se de qué me habla señor, no conozco a ese tal ladrón, yo soy un simple extranjero. No conozco a nadie de por aqui–dijo tratando de mantenerse lo más serio posible.

(2x): Señor, ese muchacho se me hace conocido, parece que es del Oeste–Dijo, haciendo que el peliverde comenzara a sudar. Diablos, si lo descubrian, su padre le prohibiria salir hasta que muera, necesitaba hacer algo antes de que eso suceda. Pero para su buena o mala suerte, el otro soldado le resto importancia a lo que dijo su compañero y miró al peliverde.

(x): No te creo para nada, traiganlo lo llevaremos donde el joven señor para que pueda interrogarlo bien–dijo alejandose, ¿Al joven señor?¿Así lo llaman a su emperador? Que forma tan rara. Mientras pensaba el peliverde, no se dio cuenta que una soga lo estaba apresando. Cuando lo hizo fue demasiado tarde.

(Hice lo mejor que pude, prometo mejorar)

En otro lado, un rubio cenizo se deshacia del saquillo para ooder sacar su contenido. SE GANO LA LOTERIA, en ese saquillo habia 50 monedas de oro, viviria bien por lo menos media semana.

Mientras se imaginaba una vida llena de festines, de repente llego a su mente la imagen del ángel peliverde. Toda su alegria se esfuno para luego, preguntarse el nombre de ese ser deslumbrante.

Apostaria que era alguien de alto rango, porque hiba con un traje bastante cara a simple vista para poder ser un mendigo. Recordó su rostro, su cabello, su piel, su cuerpo y sobretodo esos hermosos ojos verde. Sintio como un leve calor se le subia a sus orejas.

¿Hermoso? Claro que lo era pero, en toda su vida en las calles, vio a decenas de mujeres hermosas; con pechos extraordinarios, cara fina, piel perfecta, etc. Pero en ningun momento esas cosas en esas mujer concideraba hermoso o digno de si quiera ser un ángel, no como ese peliverde.

Ser que...¿Se enamoró a primera vista?...
...
Nhaaa eso era imposible, no es por ser un egocentrico, aunque no era tan tan feo...

El tambien tenia sus atributos como: su gran altura de 1,82 , su complexion que para ser un ladrón era bastante definido, su piel perfecta, su cabellera rubia ceniza, sus ojos rojos y lo mas importante su caracter...okay eso lo arruinaba todo.

Pero, ¿Enamorarse?¿Él? Ni en un millon de años.

Dejo de lado esos pensamientos y volvio a soñar nuevamente en las cosas que haria con ese dinero.

Ta-da!!...