Un joven hecho mierda mental, física y públicamente, decide tomar una decisión de la cual se había estado cuestionando hacía varias semanas, pero una joven de la cual se enamora, lo hace recapacitar después de salvarlo de realizar su plan suicida...
Desperte lentamente debido a los pequeños rayos de sol entrando por mi ventana, mis ojos se posaron en las manos hechas nudo que rodeaban mi cintura.
No pude evitar sonreír ante eso, pero pronto recordé lo que había pasado la noche anterior y me di cuenta de que yo y Tom nos habíamos quedado dormidos estando completamente desnudos, mis mejillas tomaron un color rojizo al recirdar todo aquello.
Me di la vuelta y observé el rostro angelical, las rastas desordenadas y los labios entreabiertos del lindo chico que habia despertado a mi lado el día de hoy.
Acerque lentamente una de mis manos a su rostro y comenze a acariciarlo de forma delicada, delinié su mandíbula, nariz y perfectos labios, moviendo ligeramente la pieza de metal que había en ellos.
Moría por probar su sabor otra vez, moría por sentir su lengua recorrer mi boca, moría por sentir el frío metal rozando con mis labios.
Se comenzó a mover suavemente, lo vi pestañear repetidas veces y después ente abrió sus ojos un poco adormilado.
—Buenos días, mi greñudito.
—Buenos días, princesita. —Su voz era demasiado grave y ronca
—¿Te puedo besar, Tom?—Mire sus labios rojizos y carnosos
—Claro que puedes, linda.
Me acerque más a el y cerré mis ojos lentamente y por fin pude probar los labios que llevaba varios minutos deseando.
Me separe lentamente y sonreí, repitió mi acción y lamio sus labios lentamente.
(...)
Ya eran aproximadamente las 12 del mediodía, me había bañado y Tom también y ahora estabamos sentados en la cocina de mi casa conversando depués de haber desayunando.
Nos quedamos en silenció y nuestras miradas se encontraron, escuchamos en medio del silencio unos pasos bajando provenientes de las escaleras, era mi hermano, pareciera que iva a salir.
—Voy a casa de Melissa, vuelvo en media hora. —Tomó apresuradamente las llaves y salió de casa azotando la puerta de entrada
Me miro extrañada Tom y solo me límite a encoger mis hombros.
Pasaron unos minutos más en silencio, pero vi como se levantó el guitarrista de su taburete y camino hacia mi, enrollo sus brazos en mi cintura y me día un suave y largo beso, al separarse, hablo.
—Me tengo que ir, es lunes de ensayo, linda.
—Esta bien, Tom, te acompaño a la puerta.
Me levante y tome su brazo, recogió las llaves de su camioneta y abrió la puerta, salió por esta pero antes de caminar a el auto y montarse en el, se dio la vuelta y apretó mis caderas con sus manos, subi mis manos a su pecho y las apoye ahí.
—No se cuando no podamos ver, el día que tu puedas yo haré lo posible para poder vernos. —Hablo rápido
—No lo se, supongo que cuando tu puedas, yo por el momento puedo a la hora y el día que sea, no me han llamado de ninguna marca o agencia.
—Esta bien, yo te aviso, adiós mi princesita. —Dejo un tierno beso en mis labios
—Adiós, greñudito. —Arruge mi nariz de forma tierna y le di un beso esquimal
Solto mis caderas y camino hasta la camioneta, subió a ella y la puso en marcha para después perderse por las calles.
Ente a mi casa y cerré la puerta, subi a mi cuarto pero al ver lo que había dejado extendido en mi cama, sonreí.
Había puesto su sudadera en mi cama junto a una pequeña nota la cual decía:
"Para la colección de tu clóset, con amor, Tom, te amo mi princesita"
Sonreí y acerqué la prenda a mi nariz para poder absorber su embriagante aroma a perfume varonil.
La guarde en un cajón en donde guardaba toda la ropa de Tom desde el primer día que nos conocemos, la sudadera que me prestó el día del edificio, la camisa que encontró Joseph y otras 2 sudaderas más.
Baje y prendí el televisor, puse MTV y subi el volumen, fui directo a la cocina y recogí los cubiertos y platos que utilizé con Tom, los lave de manera rápida y acomode los demás platos que estaban limpios, los puse en su lugar e igualmente con los vasos.
Cuando termine, limpie la casa hasta asegurarme de que quedará reluciente y rechinando de limpia, decidí no entrar a la habitación de Joseph por que no quería perturbaciones en mi mente el día de hoy, mientras limpiaba el piso mis caderas dolian un poco, pero al recordar la posible razón de por qué el dolor, reí para mi misma, cuando termine caí exhausta en el sofá de la la sala de estar, baje el volumen de la televisión y cerré mis ojos un segundo.
De pronto llegó a mi cabeza el recuerdo de el pequeño papel que había metido el chico de ayer entre mis pechos, fui casi volando hasta mi habitación, rebusque debajo de mi cama y lo encontré.
Al leerlo descubrí que era su número telefónico y en la parte inferior de el paper decía su nombre.
Elid...
Elid... Nombre original y lindo, pero más lindo es el nombre de mi greñudito, Tommy.
Agregue su número y dudé en si llamarlo o no, pero no, simplemente le envié un Hola, ahora sólo me tocaría esperar a que contestara, no me importaba si lo hacía o no, pero bueno.
Baje de nuevo a la sala de estar, pero no sin antes guardar el papel con el número de e teléfono en un cajón de mis mesitas de noche.
Estaba viendo el televisor tranquilamente, de un momento a otro pude escuchar como comenzó a llover de manera muy fuerte, me dirigí a la habitación de mi hermano, me hundí en su clóset en busca de una sudadera calentita, cuando la conseguí fui a la cocina y prepare un chocolate caliente.
Yo siempre que empezaba a llover veía películas de terror o tristes mientras bebo chocolate caliente y me cubrir con una manta con algún tipo de estampado en ella.
Y hoy no sería la excepción, así que fui a sentarme de nuevo en el sofá y busque algún tipo de película triste o terrorífica.
(...)
Ya había pasado poco más de media hora, la lluvia seguía igual y Joseph aún no volvía a casa, estaba preocupada, pero esa preocupación se esfumó al verlo cruzar la puerta de entrada.
Estaba empapado por la lluvia, su nariz estaba roja a igual que sus ojos, su cara y cuerpo estaban pálidos y cayó de rodillas en el piso justo enfrente de la puerta...
Me hacer que corriendo a el y me puse de rodillas a su lado.
—Carajo,¿que te sucedió?, Joseph.
—Esto es culpa de Melissa...
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Holaaa, perdon por tardar tanto en actualizar, estuve muy ocupada últimamente, también quería aprovechar para agradecerles a todas las personitas que vienen desde tik tok, gracias por el apoyo, los votos y pues muchas gracias, los quierooo. 👹 ¡Comenten y voten!
