4: Igor

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El resto del día transcurrió sin más problemas, por fortuna el rubio no tuvo siquiera qué dirigirle más la palabra a Jack Conway ni mantener contacto con él más allá de tomarse un par de fotos juntos para publicidad, la mayor parte del tiempo cada quien fue por su lado grabando escenas por separado, era el primer día después de todo.

Toni escuchaba y seguía con sumo cuidado cada indicación qué se le daba, esforzándose sin importar que tan insignificante parecieran las escenas, él ya comprendía la importancia de su personaje en la serie y como sus expresiones así como acciones podían ser alguna clase de señal para el espectador sobre lo que vendría en el futuro.

Además Toni sabía que gran parte de su personaje si no es que todo en sí, debe ser fuertemente influenciado por el actor Gustabo García, tanto dentro como fuera de cámaras, Gustabo era importante en la historia de su personaje por lo cual Toni debía estudiar el personaje de Gustabo incluso sus métodos de actuación de ser necesario .

«Nunca es demasiado pronto para dar lo mejor de mi mismo»

Al finalizar la jornada, Toni se encontraba en los pasillos a las afueras del set de grabación, miraba atentamente sus pies mientras se perdía en sus pensamientos, en realidad estaba esperando a Igor quien había ido en busca de los pastelillos qué una chica asistente había reservado a petición de ambos, el rubio se relamió los labios de sólo pensar en ellos, después de todo no pudo probarlos a causa de todo el desastre sucedido en la hora de la comida.

— Pareces contento... ¿Es porque tu novio te defendió esta mañana?

Toni levantó la mirada, encontrándose con Jack Conway, el rubio tragó saliva de sólo pensar en las intenciones qué este tendría, seguramente intimidarlo o desquitarse por todos los comentarios de Igor.

— ¿Lo estás esperando? — el hombre sonrió — ¿Sabes? Siento algo de curiosidad... ¿Por qué un completo idiota como ese pondría en peligro su carrera por ti?

—...

Toni desvío la mirada, al principio no quería decir nada pues consideraba qué ya había hecho suficiente aquella mañana, no quería causarle más problemas a Igor, sin embargo aquel hombre no estaba dispuesto a callarse.

— Deberías darle una buena follada, es lo mínimo que deberías hacer luego de hacerle perder su empleo — Jack susurró aquellas palabras acercándose al oído del rubio

— El señor Igor es un buen amigo y un auténtico caballero, le suplico que no lo ofenda con algo así — el rubio empujó al contrario, su mirada se volvió intimidante — ¡No se atreva a ensuciar su nombre con cosas tan desagradables como esa!

— ¿Te ofende qué hable de él en vez de preocuparte por ti? Eso... Es interesante

Jack se aproximó al rostro del chico, sus dedos buscaban sujetarle quería examinar cuidadosamente más de aquella mirada con tanto desagrado, era divertido, no todos los días se podía ver a un ser humano capaz de mirar a Jack Conway con desprecio. No obstante antes de que pudiera tocar aquella piel blanca, su presa se le fue arrebatada por Igor quien tomó entré sus brazos al rubio.

— Señor Conway ¿No cree que está mal intimidar a sus compañeros de trabajo?

— Que va, solamente teníamos una platica amistosa ¿No es así Toni? — el hombre sonrió al regalarle una mirada al menor, quien este simplemente le ignoró

— Igor será mejor que nos vayamos — habló el rubio al mirar a su salvador

— Como digas Toni — el pelinegro brindó una de sus acostumbradas caricias en la cabeza del menor — Señor Conway le suplico que no hable con Toni siempre y cuando no sea por trabajo

—¿Y tú quien eres para decidir eso?

— Su protector

Igor tomó la mano del rubio llevándole consigo hacia la salida dejando atrás a Jack quien simplemente se llevó la mano a la boca intentando cubrir su enorme sonrisa.

Hacía bastante tiempo que alguien lograba causar un gran odio en su ser, ese tal Igor era tan malditamente odioso ¿Quién demonios se creía para atreverse a hablarle así? Era imperdonable, debía desquitarse con él pero ciertamente las amenazas contra su empleo no parecían dar buenos resultados entonces... ¿Debería intentar otra cosa?

Oh sí, desde luego que intentaría una opción más útil y desde luego que el mocoso rubio iba a ser indispensable.

Un par de horas después, Toni yacía en su habitación del hotel, Igor se encontraba a su lado sosteniendo el libreto, él quería ayudar a Toni lo más que pudiera, deseaba que su pequeña estrella fuera finalmente reconocida como el joven talentoso que era, que el mundo entero pudiera verlo brillar y caer ante sus cautivadoras sonrisas y su mirada cautivadora tan única y especial. El rubio simplemente se dejó caer en la cama sus ojos se mantuvieron fijos en su amigo, ciertamente no podía dejar de pensar en que había causado mucho daño al no medir sus palabras y terminó por involucrar a Igor en tal situación tan desagradable.

— Deberías dejar de pensar en eso Toni — pronunció el mayor al cambiar de página

— ¿En qué?

— Siento tu preocupación en el ambiente, podrás mentirle a los demás menos a mí — el pelinegro dejó el libreto sobre la cama y miró al chico

— Igor...

— Todo estará bien, mi lugar es contigo, dónde sea que vayas ahí estaré para apoyarte

— ¿Por qué siempre eres tan amable conmigo? A veces siento que no merezco tu amistad

— Estoy contigo porque me gusta, me siento cómodo y en general... Tu persona misma me es imposible de ignorar u olvidar, no puedo dejarte solo, siento que si lo hago estaría perdiendo parte de mi ser

— Pero... Solamente causo problemas, en verdad no quiero que tu carrera se vea afectada por mi culpa

— Eso no pasará, Conway habla más de lo que realmente sabe, hay ocasiones que el talento vale más que los contactos e influencias que alguien como él pueda tener ¿Cómo es que piensas que he conservado mi lugar en la industria por tantos años?

— Quizás tienes razón, pero aún así...

— Querido — Igor se recostó junto al rubio, sujetó con delicadeza ambas manos — haría cualquier cosa por ti, excepto irme de tu lado, así que nunca pienses en pedírmelo

— Igor — el rubio se sonrojó ante la cercanía del mayor, no entendía la razón pero Igor tenía la capacidad para avergonzarle con un simple gesto

— Toni... No me apartes de tu lado

El pelinegro posó sus manos sobre la cabeza de Toni, depositó un beso en sus cabellos para posteriormente unir ambas frentes.

— ¿Puedes hacerme esa promesa? — el ruso miró detenidamente la expresión de vergüenza en el rubio

— Lo prometo... Siempre estaré contigo Igor — respondió con la cara totalmente colorada

Toni se animó a abrazar a su amigo, su rostro se refugio en su pecho mientras se dejaba consentir por las suaves caricias que Igor le dejaba sobre su cabeza, quizás por esa noche podría dormir tranquilamente sin más preocupaciones, Igor se encargaría de velar por su sueño.

Continuará...

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